Desde la ONU alertaron sobre la "bomba climática" que está en marcha. Y advirtieron acerca de cuáles son los cambios urgentes que deberían realizarse para frenar el cataclismo final.
Por Gabriel Michi
“La Humanidad se encuentra sobre una fina capa de hielo, y ese hielo se está derritiendo rápidamente". El dramático diagnóstico fue hecho, ni más ni menos, que por el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Y siguió: "El objetivo de limitar la temperatura a +1,5ºC es alcanzable, pero requerirá dar un enorme salto, no hay tiempo que perder”. Sus palabras llegaron en la presentación del "Informe de Síntesis del IPCC" (del Panel Experto del Clima), el documento que busca instruir a los gobiernos para “desactivar la bomba de la emergencia climática". Frente a eso, las recomendaciones apuntan a disminuir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores. Y eso es urgente y apremiante: para llegar a esos objetivos de mínima se tienen que acelerar esos cambios de conducta en los próximos 10 años.
El nuevo informe del IPCC (elaborado tras años de estudios del mundo científico) urge a reducir de materia inmediata las emisiones de CO2. Este flamante dossier reúne el mayor consenso científico sobre un único tema: miles de personas expertas de 195 países, de distintas disciplinas, enfoques e ideologías, que alcanzaron acuerdos mínimos sobre la implicación humana en el desastre climático y ambiental.
Los especialistas apuntaron a que gran parte del problema está radicado en la generación d energía y frente a ello plantearon que la única solución posible es apostar a las energías renovables. Además apuntaron que las inversiones que haya que hacer para ir hacia ese camino de una menor contaminación pueden ser millonarias pero aún los cálculos más pesimistas muestran que estarán muy por debajo del coste de los daños que producirán los fenómenos extremos que la emergencia climática trae consigo. Un ejemplo: Sumadas, la energía solar y la eólica ahorrarían al planeta unas 9 gigatoneladas de CO2 al año. Y serían ampliamente rentables en términos económicos.
La recolección de la información para elaborar este documento buscó determinar cuánto de las calamidades que está atravesando el planeta son atribuibles o no a la acción humana. Y las conclusiones señalan que esa responsabilidad existe y es determinante en el cambio climático que está provocando fenómenos extremos en todo el Mundo: sequías e inundaciones descomunales, fríos y calores nunca vistos, son las expresiones más evidentes de cómo la acción del Hombre está dañando todo. Y generando consecuencias como la acidificación de los océanos, deshielos, subida del nivel del mar, lluvias torrenciales. Y, seguramente, más sequías e incendios con el consiguiente impacto en la salud alimentaria y la seguridad global.
Según el informe, la generación que ahora tiene más de 70 años fue la primera en notar este cambio climático porque nacieron en un mundo un grado más fresco que el actual, con todo lo que eso implica ya que se trata de un promedio. Pero los que se ven más amenazados son aquellos naciones a partir del 2020, porq1ue cuando lleguen a esa edad se enfrentarán a un planeta con entre 1,5ºC y 2ºC más.
“La incorporación de medidas climáticas eficaces y equitativas no sólo reducirá las pérdidas y los daños para la naturaleza y las personas, sino que también aportará beneficios más amplios”, apuntó el presidente del IPCC, Hoesung Lee. Para eso hay que movilizar todos los esfuerzos en cooperación internacional y cumplir las regulaciones gubernamentales para adaptarse y mitigar la emergencia climática a cualquier coste y a corto plazo.
El informe del IPCC de la ONU sintetiza una enorme cantidad de investigaciones sobre el calentamiento global recopilada desde la firma del Acuerdo de París de 2015. Y es de suma importancia porque no es habitual que las autoridades políticas de los países firmen un informe científico que busca que los Gobiernos acepten sus conclusiones como un asesoramiento autorizado en el que basar sus acciones. Desde su creación en 1988, el IPCC emitió seis series de estas evaluaciones pero este es, para muchos, el "definitivo" porque la enorme cantidad de estudios que comprenden demuestran de manera indubitable que es la acción humana la máxima responsable de semejante hecatombe en materia climática. Y que la Humanidad está caminando sobre una "fina capa de hielo" a punto de sucumbir. Y tiene que comenzar ya con acciones concretas para frenar la catástrofe final.
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