El país asiático tiene un alto nivel de desarrollo pero sus gobiernos suelen ser frágiles y escandalosos. Casi todos sus presidentes terminan presos. Y algunos, muertos. Ahora el actual mandatario pende de un hilo tras imponer una "Ley Marcial" que duró pocas horas.
Por Gabriel Michi
Con casi 52 millones de habitantes, Corea del Sur es una de las mayores potencias económicas del Mundo. Tiene un PBI equivalente a 1,7 billones de dólares lo que lo ubica en el puesto 13 a nivel global y un PBI per cápita de los más altos del planeta: alrededor de 35.000 dólares por persona (puesto 31). Su desarrollo tecnológico es de vanguardia y sorprende a todos. Sin embargo, todo eso que la vuelve potencia no alcanza para apaciguar las permanentes crisis políticas que se repiten ad infinitum. A tal punto que desde el año 1948 muchos gobiernos terminaron de manera dramática o al menos casi todos sus mandatarios terminaron de la peor manera: hubo presidentes destituidos, encarcelados, suicidados y hasta asesinados. Y con Golpes de Estado que se volvieron tan habituales como peligrosos por varias décadas. Ahora, tras la polémica decisión de su presidente Yoon Suk Yeol que impuso la "Ley Marcial" que limitó todas las libertades, algo que duró unas pocas horas hasta ser anulada por el Parlamento, el destino del mandatario pende de un hilo. Casi todo el arco político pide su destitución mientras en las calles los ciudadanos se manifiestan en su contra. Ya renunció su ministro de Defensa porque las Fuerzas Armadas se movilizaron, reprimieron y hasta tomaron el Congreso, bajo la orden marcial. Pero luego se replegaron cuando 190 de los 300 legisladores lograron entrar al Parlamento y anular la polémica medida presidencial.
Yoon Suk Yeol -del conservador Partido del Poder Popular- declaró la "Ley Marcial" acusando al opositor Partido Democrático -que tiene mayoría en el Parlamento- de simpatizar con los enemigos de Corea del Norte (algo que en ese país es el peor ataque posible) y de actuar contra el Estado nacional. Semejante denuncia tiene que ver con que le frenaron el Presupuesto y quieren destituir a tres fiscales generales que están realizando investigaciones contra dirigentes opositores que éstos consideran que son parte de una persecución política. Además hay acusaciones de corrupción contra la esposa del presidente y sectores allegados, algo que ha minado su popularidad. El mandatario dijo que tomaba esa determinación "para salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas norcoreanas y eliminar los elementos antiestatales... por la presente declaro la ley marcial de emergencia". Pero eso fue rechazado incluso por autoridades de su partido y, obviamente, por la oposición encabezada por Lee Jae-myung -que perdió por poco ante Yoon en las elecciones presidenciales de 2022- quien calificó el anuncio de “ilegal e inconstitucional”. Algo que fue volteado poco después por unanimidad por los legisladores que entraron al recinto, mientas las calles se llenaban de manifestantes protestando.
Al menos seis partidos de la oposición presentaron más tarde un proyecto de ley pidiendo el juicio político de Yoon. “El presidente carece ahora de poder independiente”, dijo Sungmin Park, analista político de Min Consulting en Seúl, y calificó la fallida "Ley Marcial" como un “suicidio político”. Ahora bien, esta potencial caída del mandatario no parece como algo excepcional. Todo lo contrario. En la historia de Corea del Sur, casi todos los presidentes dejaron el poder de manera escandalosa y precipitada, en medio de Golpes de Estado, encarcelamientos, destituciones y hasta un magnicidio en la transición del país de décadas de dictadura militar a una democracia que goza del apoyo de grandes potencias de Occidente, como los Estados Unidos, aliado incondicional que se lo apoya ante la amenaza norcoreana.
La accidenta y agitada vida política de Surcorea tuvo una fiel demostración de semejante devenir en el mencionado magnicidio del presidente Park Chung-hee en 1979 -tras haber gobernado por 17 años, desde 1962- , con un golpe militar que sumergió al país en un feroz control a través de la "Ley Marcial". Pero ya desde los orígenes de este país, tras la independencia de Japón después de la Segunda Guerra Mundial, su vida política vivió todo tipo de sobresaltos. El primer presidente de la República, Syngman Rhee , (1948–1960) fue derrocado tras una revuelta estudiantil y terminó exiliado. Su sucesor, Yun Bo-seon, apenas pudo gobernar por dos años (1960-1962) y fue derrocado por un golpe de Estado.
Allí asumió el ya citado Chung-hee Park quien gobernó con mano de hierro entre 1962 y 1979, cuando fue asesinado a los tiros jefe de Inteligencia. Semejante situación derivó en toda una cadena de agitación y persecución política por parte del gobierno dictatorial de Chun Doo-hwan, un general de división del Ejército que impuso una "Ley Marcial" muy dura -medida extrema que no había sido reimplantada hasta ahora, con la polémica e inoportuna decisión del actual presidente- con la que metió preso a opositores, cerró universidades, prohibió actividades políticas y reprimió a la prensa, con un brutal condicionamiento a la Libertad de Expresión. Con esa norma el gobierno reprimió (en 1980) las protestas estudiantiles que se desataron en la ciudad meridional de Gwangju, con el trágico saldo de más de 200 muertos. Chun Doo-hwan gobernó con suma dureza hasta 1988, cuando las protestas masivas llevaron a la concreción de elecciones presidenciales abiertas, tal como demandaba el extendido movimiento prodemocrático. Años después, Chun fue procesado por el golpe y la represión de Gwangju y lo condenaron a la pena de muerte, pero posteriormente fue indultado.
Vale decir que desde finales de la década de 1980, Corea del Sur se convirtió en una democracia fuerte, aunque con muchos vaivenes políticos. Las protestas son algo habitual, pero en un marco donde se permite el pleno ejercicio de la Libertad de Expresión. Las elecciones son justas y transparentes y se garantiza el traspaso de poder de manera pacífica y respetando las instituciones. Aunque la enorme polarización política que existe lleva a pedidos de destitución y enjuiciamiento de los rivales. A tal punto que muchos presidentes terminaron encarcelados. Y hasta alguno se suicidó después de dejar el poder al verse acorralado judicialmente.
Por ejemplo, Roh Tae-woo, quien gobernó entre 1988-1993, fue condenado a 22 años de prisión después de su Presidencia. Su sucesor, Kim Young-sam (1993-1998), permaneció encarcelado durante el mandato del tercer presidente. Y él, durante su mandato, consiguió condenas contra dos de sus predecesores. Más tarde llegaría el turno de Kim Dae-jung (1998-2003) quien había sido encarcelado durante el mandato del tercer presidente y condenado a muerte durante el mandato del quinto (posteriormente indultado). Este hombre obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1980 "por su trabajo en pro de la democracia y los derechos humanos, y particularmente por la paz y reconciliación con Corea del Norte".
Su sucesor, Roh Moo-hyun, presidente de 2003 a 2008, se suicidó mientras era investigado por presunta corrupción tras dejar el cargo. Le siguió, Lee Myung-bak (2008-2013), que fue condenado a 15 años de prisión por corrupción tras abandonar el cargo. Entre 2013 y 2016 llegaría a la Presidencia de Corea del Sur la primera mujer, Park Geun-hye (hija de Park Chung-hee) quien fue destituida por la Asamblea Nacional por "tráfico de influencias" de su principal ayudante y amiga. La ex mandataria fue sentenciada a 24 años de cárcel por corrupción y abuso de poder, pero más tarde recibió el indulto.
Como toda regla tiene su excepción, Surcorea tiene la suya, al menos hasta el momento: Moon Jae-in, presidente entre 2017 y 2022, pudo terminar su mandato sin mayores dificultades y está en libertad y sin condenas de la Justicia, por lo menos hasta ahora. Sin embargo, su sucesor, el actual jefe de Estado Yoon Suk Yeol hoy pende de un hilo, tras la inoportuna y peligrosa decisión de intentar imponer la "Ley Marcial", después de casi 45 años.
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, le dijo a la CNN que en Corea del Sur "los partidos políticos suelen subir y bajar con individuos carismáticos, en lugar de ofrecer una continuidad institucional basada en la ideología o la política. Unos medios de comunicación ávidos de escándalos y un público rápido para movilizar manifestaciones masivas dificultan que los presidentes mantengan la aprobación pública. Los legados de las dictaduras desarrollistas incluyen una importante autoridad concentrada en el cargo más alto, pero también una constitución que limita al presidente a un único mandato de cinco años”. Y concluyó: “Como resultado, la corrupción y el abuso de poder son riesgos frecuentes, pero también lo es la justicia retributiva una vez o después de que el líder haya perdido el mandato moral para gobernar”.
Ahora otro presidente surcoreano está en la cuerda floja. Los reclamos de destitución afloran por doquier. Como también el pedido para que se encarcelado por atentar contra la democracia. Y así, esta potencia asiática, con tantos dotes tecnológicos y económicos, ve cómo emerge una nueva crisis institucional. La enésima en su accidentada historia. Y que ratifican un devenir de una Corea del Sur al borde del abismo político. Una vez más.
UNA HISTORIA DE PRESIDENTES FALLIDOS
1948–1960: Syngman Rhee – Derrocado.
1960-1962: Yun Bo-seon (1960–1962) – Derrocado.
1962-1979: Park Chung-hee (1962–1979) – Asesinado.
1979-1980: Choi Kyu-hah - Derrocado por un golpe militar.
1981-1988: Chun Doo-hwan (1981-1988) - Condenado a muerte después de su presidencia.
1988-1993: Roh Tae-woo - Condenado a 22 años de prisión después de su presidencia.
1993-1998: Kim Young-sam - Estuvo encarcelado durante el mandato del tercer presidente. Como presidente, consiguió condenas contra dos de sus predecesores.
1998-2003: Kim Dae-jung - Encarcelado durante el mandato del tercer presidente y condenado a muerte durante el mandato del quinto (posteriormente indultado). Premio Nobel de la Paz.
2003-2008: Roh Moo-hyun (2003-2008) - fue sometido a juicio político (posteriormente revocado por el Tribunal Constitucional). Fue investigado por corrupción después de su mandato y se suicidó.
2008-2013: Lee Myung-bak (2008-2013) - Arrestado por corrupción después de su presidencia; sentenciado a 15 años de prisión.
2013-2016: Park Geun-hye - Destituida y arrestada por corrupción; sentenciada a 24 años de prisión.
2017-2022: Moon Jae-in – Presidente reciente; sin prisión.
2022-HOY: Yoon Suk Yeol – Es probable que se le impute su salida.
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