La aparición de nuevas mutaciones preocupan a la ciencia que no ve un final para el Coronavirus. Ahora detectaron la XE, que sería la más contagiosa de las conocidas hasta el momento y combinaría Ómicron y Ómicron silenciosa (BA2). Se incuba en sólo tres días y fue rastreada en el Reino Unido. Las vacunas son la única chance para frenar la letalidad.
Por Gabriel Michi
Si hay algo que dejó en claro la Pandemia de COVID 19 es que llegó para quedarse. Y que el virus vive en una mutación permanente que la vuelve un verdadero dolor de cabeza para la ciencia. Aproximadamente cada 11 días aparece una nueva variante, que en general suelen resultar de otras ya existentes. Ahora en el Reino Unido se detectó la existencia de la XE, una subvariante que surge del cruce entre las hipercontagiosas Ómicron y Ómicron "silenciosa" (conocida como BA2). De ese "matrimonio virósico" surge que esta nueva mutación sea un 10% más contagiosa que ambas. Y, por lo tanto, la más infecciosa de las que se detectaron hasta el momento. Encima su período de incubación es de tan solo tres días.
Este cuadro de situación se complica aún más cuando se sabe que hay otras dos subvariantes que están preocupando a la ciencia: la XD y la XF que son combinaciones de Delta y Ómicron. Estas últimas cepas son las que descontrolaron todo por su enorme contagiosidad ya que llegaron en un momento en la que la curva de nuevos casos a escala mundial venía descendiendo, producto de las vacunas y el tan promocionado efecto de "inmunidad de rebaño". Sin embargo, en medio de las malas nuevas y esta sensación de estar frente a un cuento de nunca acabar, es importante observar el efecto virtuoso de las vacunas contra el COVID 19: si bien los contagios se mantienen altos, no así la letalidad. Los inoculantes que se vienen suministrando (ya se aplicaron más 11.000 millones de dosis en todo el Mundo) han demostrado su eficacia en frenar y bajar la cantidad de muertes, aún cuando los contagios se multipliquen.
Según los expertos, el dato de que cada 11 días sea detectada una nueva variante de COVID 19 tiene su explicación: no todas las personas reaccionan igual ante el virus y que este muta para subsistir a las vacunas y las defensas propias de cada individuo.
La nueva variante XE se trasmite un 10% más rápido que la Ómicron "silenciosa", que hasta ahora era la de transmisión más rápida de la que se tenía conocimiento. La Organización Mundial de la Salud señaló que "continúa monitoreando y evaluando de cerca el riesgo para la salud pública asociado con las variantes recombinantes, junto con otros SARS-CoV-2, y proporcionará actualizaciones a medida que haya más evidencia disponible".
Por su parte, las autoridades del Reino Unido, donde fue detectada esta nueva mutación, confirmaron: "La variante XE es un recombinante BA.1/BA.2, y la mayoría del genoma incluye el gen S que pertenece a BA.2". El primer caso diagnosticado se produjo el pasado 19 de enero. Hasta el momento se han registrado un total de 1.179 contagios. Pero no es el único país donde esta variante supercontagiosa fue detectada: también hay casos en Brasil, Tailandia, Japón e India.
La XE tiene otras particularidades. Además de necesitar sólo tres días de incubación
y que aún se desconoce cómo actúa frente la protección ofrecida por las vacunas, sus síntomas son similares a Ómicron: fiebre, tos, secreción nasal, dolor de cabeza y cansancio generalizado, irritación de garganta, lumbalgia, molestias musculares, náuseas, estornudos y en menor medida, conjuntivitis. No quiere decir que se presenten todos ellos, pero es recurrente que sí lo hagan algunos de manera simultánea.
Desde el inicio de la Pandemia (en noviembre de 2019) hasta hoy, el virus SARS-Cov-2 mutó en forma constante desde su cepa original localizada en Wuhan, China. Eso hizo que la tan pretendida "inmunidad de rebaño" se transforme en una simple expresión de deseo. En una ilusión jamás alcanzable. Un cuento de nunca acabar donde las malas nuevas siguen apareciendo cada día. Como una película de terror sin final.
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