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Cuando la pobreza se ensaña con los más débiles

Un informe de UNICEF y el Banco Mundial revela que hay 333 millones de niños en todo el Mundo con hambre: uno de cada seis. La mayoría se encuentra en África. Los chicos son un tercio de la población, pero representan el 50% de los pobres extremos. El caso argentino.


Por Tomás Michi



Una de las realidades más dolorosas se puso nuevamente en evidencia luego de que la UNICEF, junto con el Banco Mundial, publicaran un duro informe: uno de cada seis niños del Mundo viven en pobreza extrema. El documento titulado "Tendencias mundiales de la pobreza monetaria infantil según los Estándares Internacionales de Pobreza" demostró que son aproximadamente unos 333 millones los infantes que se encuentran en esa posición. Si bien representa una reducción de 50 millones en relación con nueve años atrás, las consecuencias de la pandemia "estancan" ese proceso de mejoría: entre 2013 y 2022, bajó de 383 millones a 333 millones (un 3%).


En ese sentido, la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, recordó que "hace siete años, el Mundo hizo la promesa de poner fin a la pobreza infantil extrema para 2030". Sin embargo, pese a asegurar que se lograron "avances" gracias a "las inversiones y la voluntad adecuadas", reconoció que por todas estos factores, sumado al cambio climático y conflictos económicos, no se alcanzaría el objetivo. La encuesta fue publicada previo a la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se desarrollará del 18 al 22 de septiembre, donde los líderes mundiales se reunirán, entre otras cosas, para discutir el avance a medio término de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Bajo esa línea, Rusell agregó: "No podemos fallar a estos niños ahora. Poner fin a la pobreza infantil es una elección política. Se deben redoblar los esfuerzos para garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a servicios esenciales, incluida la educación, la nutrición, la atención sanitaria y la protección social, abordando al mismo tiempo las causas profundas de la pobreza extrema".


La región de África subsahariana presenta el mayor incremento en proporción durante los últimos 10 años: del 54,8% en 2013 al 71,1% en 2022, de acuerdo al informe. Oriente Medio y el Norte de África son las únicas zonas del planeta donde no se registró una disminución de la pobreza extrema. Es importante remarcar que a nivel mundial, los niños y niñas son un tercio de la población global y representan más del 50% de las personas extremadamente pobres. El estudio indica que los chicos y chicas tienen más del doble de probabilidades que los adultos (15,8%, frente al 6,6%) de vivir en hogares extremadamente pobres, sin los alimentos, el saneamiento, la vivienda, la atención médica y la educación que necesitan para sobrevivir y prosperar. Bajo esta línea, Luis Felipe López Calva, director global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, aseveró: "Un mundo donde 333 millones de niños y niñas viven en extrema pobreza, privados no sólo de las necesidades básicas sino también de dignidad, oportunidades o esperanza, es simplemente intolerable".


Hay otro factor que también influye en la pobreza extrema de los niños y niñas: aquellos que residen en sectores de vulnerabilidad se ven más afectados: uno de cada tres chicos que habitan estas áreas condicionadas por conflictos pertenecen a este grupo; mientras que en los países "no frágiles", el número es de uno en diez. Frente a estos preocupantes datos, el Banco Mundial ya UNICEF urgen a los distintos gobiernos a ampliar la protección social, diseñar políticas públicas, aumentar el acceso a prestaciones infantiles universales y desarrollar programas de inclusión social.


Pobreza infantil en la Argentina


Argentina tampoco es una excepción y UNICEF lo demostró en la Séptima Encuesta de Hogares con Niñas, Niños y Adolescentes incluidos en el documento "Votá por la Infancia". Según el informe, cuatro de cada diez hogares con niños, niñas y adolescentes restringen su consumo de alimentos o empeoran la calidad de las dietas. Esto significa que casi 1 millón de ellos se saltearon al menos una comida diaria. Es por este motivo que advirtieron que el 25% de los hogares con niñas, niños y adolescentes cuyo jefe o jefa tiene un empleo formal, no alcanza a cubrir sus gastos, algo que asciende al 44% en los hogares a cargo de mujeres y al 59% en el caso de los que reciben la Asignación Universal por Hijo.


Asimismo, el 68% de las niñas y los niños son pobres o experimentan privaciones en el ejercicio de derechos básicos, como el acceso a educación, salud, vivienda adecuada, protección social o saneamiento. Los ingresos mensuales del 41% de los hogares argentinos con niñas, niños y adolescentes no alcanzan para cubrir gastos básicos, dice el estudio. Es decir, que 4,3 millones de personas adultas dejan en muchos casos de comer para poder darle esos alimentos a sus hijos e hijas.


La situación de la niñez en la Argentina y el Mundo es muy preocupante. Que haya tantos millones de chicos que enfrentan semejante vulnerabilidad no sólo es una enorme injusticia en el presente sino que condiciona e hipoteca el futuro. A eso se refieren los referentes de UNICEF y el Banco Mundial cuando señalan que es una situación "intolerable". Una deuda de todos: la de la pobreza que se ensaña con los más débiles.







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