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EEUU: el intento de magnicidio contra Trump rompe la campaña


El ex presidente y actual candidato fue herido en una oreja durante un acto por un joven que fue abatido. Hubo un muerto y dos heridos entre el público. El conmocionante hecho reabre el debate de las armas y plantea una bisagra en la carrera electoral frente a un débil Biden.


Por Gabriel Michi



Si algo le faltaba a una de las campañas más calientes de los últimos años en los Estados Unidos era un intento de magnicidio. En medio de los debates, las chicanas y los agravios entre dos los principales candidatos para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, un hecho de una violencia inusitada sacudió el tablero y conmovió a todo el Mundo: El ex presidente y postulante para volver a la Casa Blanca por el Partido Republicano, Donald Trump (78), fue herido en una oreja por las balas disparadas por un joven de 20 años desde una terraza cercana al predio donde se realizaba un acto proselitista en el condado de Butler, en el Estado de Pensilvania. Trump sintió el roce del proyectil y se tiró al piso detrás de la tarima donde brindaba su discurso y rápidamente fue cubierto por los agentes de los Servicios Secretos que se abalanzaron sobre el magnate para protegerlo y luego sacarlo del lugar, mientras él levantaba su brazo de manera triunfal al grito de "¡lucha, lucha, lucha!". Mientras los francotiradores abatían al atacante, Thomas Matheus Crooks, un joven de apenas 20 años que había viajado desde su pequeño pueblo Bethel Park (a 60 kilómetros de allí) para disparar con su AK 15 en ocho oportunidades -a 120 metros de distancia- e intentar asesinar al ex mandatario. En su locura criminal mató a una persona del público -Corey Comperatore, un bombero de 50 años que protegió a su familia con su cuerpo- e hirió a otras dos -David Dutch (57) y James Copenhaver (74)-, además de la lastimadura que le provocó a Trump.


El brutal episodio ocurrió en un momento clave de la contienda electoral ya que el acto de Trump en Pensilvania era uno de los últimos movimientos antes del inicio de la Convención Nacional Republicana que se realizará en Milwaukee -entre el lunes 15 y el jueves 19 de julio- donde se formalizará la candidatura del ex presidente para los comicios del 5 de noviembre y en la que él mismo debe anunciar públicamente quién será su candidato/a a vice. Lejos de poner en duda su participación en esa contienda por haber sido herido, Trump en forma inmediata hizo saber que allí iba a estar y lo hizo con una serie de mensajes a los que le puso cierta épica, como un luchador que se sobrepone a las adversidades y que no se dejará amedrentar ni siquiera frente a la posibilidad que lo asesinen.






Es claro que el ex presidente va a intentar capitalizar y sacar rédito de este ataque, tal como se lo vio en forma inmediata cuando los custodios lo levantaron del piso y Trump, herido y todo, levantó su puño y lanzó su grito de guerra. Además, es sabido que cuando ocurre un hecho de estas características o una tragedia familiar en medio de una campaña electoral, el candidato que es víctima de esa situación suele recibir más apoyo por la empatía que genera esos episodios y la balanza de los indecisos se termina inclinando a su favor. Si a eso se suma que el republicano ya venía con una ventaja en el promedio de las encuestas de 2,7% (47,7% a 45%) sobre Joe Biden (81) y que el actual presidente transitaba una semana fatal -tras haber confundido al mandatario ucraniano Volodymyr Zelensky con su enemigo Vladimir Putin en la Cumbre de la OTAN, y hacer lo mismo con su propia vicepresidenta Kamala Harris a la que mencionó como Donald Trump-, todo eso después de su desastrosa performance en el debate organizado por la CNN y que generó una enorme ola entre los demócratas para que abandone la candidatura. Ahora, en medio de ese contexto, encima ocurre este intentoi de magnicidio que se supone empujará aún más la imagen de Trump.





Mientras tanto, siguen las investigaciones sobre qué fue lo que falló en la seguridad ya que el ex presidente no sólo goza de sus propios custodios sino que, como ex mandatario, cuenta con la protección de los Servicios Secretos que le provee la Nación. Además estaban presentes policías locales de Butler. Y, pese a que hubo miembros del público que minutos antes alertaron a las autoridades sobre la presencia de un sospechoso en la azotea de una fábrica cercana y no hicieron nada para detenerlo. Por eso esa desastrosa organización está siendo escrutada por la Justicia.


El caso reabre el debate sin saldar sobre la enorme flexibilidad en el acceso a las armas en el país. En EE.UU., donde viven 330 millones de personas, hay más de 390 millones de armas en manos de civiles, es decir, más de una por habitante. Más del 40% de las armas civiles que existen en el plantea (unos 850 millones) están en EE.UU., cuando ese país apenas tiene el 4% de la población global. En ese contexto, se dan masacres masivas repetidamente incluso en escuelas y universidades. Sin embargo, los republicanos -y Donald Trump en particular- defienden la vigencia de la Segunda Enmienda de la Constitución que permite que las personas se armen en defensa propia. Hay que ver cómo repercute este atentado en esas diatribas aunque es muy probable que, aún a contamano con el sentido común, terminen dando vuelta la cosa e insistiendo con que es importante que la gente se arme para defenderse de agresores como Crooks.





Por otro lado, todavía se desconocen las motivaciones de Crooks para llevar adelante el ataque. Es más, aparece anotado para participar de las elecciones dentro del Partido Republicano de Donald Trump, aunque el 20 de enero de 2021 -día de la asunción de Joe Biden a la Presidencia- hizo una donación de 15 dólares a un comité progresista a favor del flamante mandatario demócrata. Sin embargo, compañeros suyos de la escuela secundaria de Butler -de donde Crooks egresó en 2022, con honores porque incluso se llevó un premio de 500 dólares por su desempeño en un concurso de Ciencias y Matemática- aseguran que el joven era simpatizante republicano y que, si bien era muy solitario, nadie se imaginó jamás que podría cometer un hecho de violencia. Eso mismo incluso señaló su padre.


Hoy este nuevo hecho de violencia política en EE.UU. sigue rodeado de preguntas sin contestar y misterios sin resolver. Con lecturas conspirativas de todo tipo. De un lado y de otro. En medio de un mar de incertidumbres. Pero sí con una certeza: este intento de magnicidio se metió de lleno en la ya caliente campaña electoral de la principal potencia del Mundo. Y esto recién empieza...



El zapato de Trump quedó en el escenario cuando fue sacado entre apretujones por su seguridad tras ser herido.



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