El desprendimiento de una parte de un glaciar estaría vinculado al calentamiento global. Al menos 7 turistas murieron, 8 quedaron heridos y 5 se encuentran desaparecidos. Según el presidente Mario Draghi está relacionado con la degradación del medio ambiente. La región enfrenta temperaturas extremas nunca vistas. Esa cordillera ya perdió el 17% de sus hielos.
Por Gabriel Michi
Las advertencias son muchas. Y los datos, lamentablemente, no hacen otra cosa que darles la razón. Cada vez más las tragedias que se suscitan por factores climáticos se repiten con más asiduidad. Ya sea con calores extremos, lluvias o sequías descomunales, u otros tipos de fenómenos, esas manifestaciones tienen su correlato de muertes y destrucción. Y lo ocurrido en las últimas horas en los Alpes italianos parece ser otra muestra de cómo el "calentamiento global" está produciendo estragos. Y esos estragos se traducen en tragedias. El desprendimiento de parte de un glaciar de la Marmolada en el macizo de las Dolomitas dejó hasta el momento 7 personas muertas, 8 heridos y 5 desaparecidos. Y toda la información reunida hasta el momento señala que ese alud de hielo y nieve fue fue causado por una temperatura excesiva en la zona que alcanzaba 10 grados celsius a más de 3 000 metros de altitud, algo totalmente inusual.
Frente a ese cuadro el propio primer ministro italiano, Mario Draghi, se dirigió a la zona de la tragedia, entre las regiones de Trentino y Véneto. Y desde allí trazó un duro veredicto: "Es un drama seguramente imprevisible, pero sin duda debido a la degradación del medio ambiente y de la situación climática. (...) El Gobierno debe reflexionar sobre lo ocurrido y tomar medidas para que lo sucedido tenga pocas probabilidades de repetirse e incluso se evite".
En tanto, el presidente de la región del Veneto, Luca Zaia, explicó que "se desprendió un bloque de hielo de 200 metros de longitud, 60 de anchura y 30 de espesor". Eso generó una tragedia de proporciones que se llevó la vida no sólo de turistas italianos sino de otras latitudes. En el momento del derrumbe había cerca de una treintena de senderistas en la zona. Según los testigos, fueron toneladas de piedras y hielo que descendieron por la montaña a una velocidad de cerca 300 kilómetros por hora arrastrando todo lo que encontraba en su camino. Los socorristas describieron el cuadro como una verdadera "carnicería" con cuerpos desmembrados.
Pero esto que podría ser tratado como una tragedia imprevista, tiene elementos que apunta a causalidades más que casualidades, "En los últimos 20 años los Alpes han perdido un 17 % de hielo y dos terceras partes de los glaciares han perdido volumen, lo que supone entre unos 0,70 y 1,70 centímetros", explicó el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Raúl Martín Moreno. Y fue más allá: Junto al calentamiento y el cambio climático confluye el turismo masivo en los Alpes a zonas "donde hace 50 o 70 años no se llegaba", aseguró.
Los especialistas explican que los glaciares suelen ser inestables pero que no es normal que haya desprendimientos de esta magnitud. Y lo relacionan con años de acumulación de fenómenos extremos en el clima y la coyuntura actual, donde en Italia se viene registrando una ola de calor sin precedentes en todo el país, con temperaturas que, en esa zona de la Marmolada, superan los promedios históricos.
La desaparición de los glaciares en los Alpes y en los Andes "es un proceso irreversible y muchos de ellos dejarán de existir para finales de siglo". Así lo explican los geólogos Jérôme Chappellaz y Carlota Escutia Dotti. Y es allí donde entran en juego todos los cuestionamientos por la responsabilidad de los seres humanos en el daño irreparable que están generando en el Mundo. Y que se traducen en tragedias y muertes.
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