La provincia del Noroeste argentino era la única que no tenía contagios de Coronavirus. Pero un camionero local llegó con COVID 19 desde Buenos Aires. No lo comunicó en forma inmediata y se reunió o tuvo contacto con más de 100 personas. Ahora se volvió a la "fase 1".
Habían logrado lo que nadie. Más de 100 días sin Coronavirus. Catamarca, con sus 415.000 habitantes, se mantuvo indemne frente al mal que acecha al Mundo y a la Argentina. Era la única provincia, de las 24, que no registraba ningún caso, mientras en el país se confirmaban más de 72.000 contagios y 1.400 muertos. Y, lamentablemente, hay que hablar en pasado. El viernes 3 de julio se conoció que dos días antes ingresó a la provincia un camionero local que había llegado desde Buenos Aires y que evidenciaba síntomas de COVID 19. Le hicieron el test y le dio positivo. Y, a partir de ahí, la historia sería otra. El virus se propagó llegando hasta el momento a siete casos confirmados. Por eso, la provincia que venía "invicta" , debió volver de la "fase 5" a la "fase 1" de la cuarentena. Sin escalas.
El transportista se enteró de que dos compañeros de trabajo habían dado positivo y, ante los síntomas que empezaron a manifestarse en él, se presentó en un puesto de la Policía Caminera. Y a partir de allí se supo que en esos dos días desde su llegada, había tenido contacto con más de un centenar de personas, con las que incluso había compartido mates, algo que particularmente desaconsejan si se quiere evitar los contagios.
El camionero no sólo estuvo con su familia y allegados, sino que también sus familiares se reunieron con otras personas. Y así el regadero se extendió hasta límites insospechados. El resultado: hoy ya son siete los casos confirmados (incluyendo al transportista en cuestión) en San Fernando del Valle de Catamarca, la capital, pero se está realizando pruebas a más de un centenar de otras personas vinculadas o que mantuvieron contacto con alguien de la familia. Por ejemplo, uno de sus hijos trabaja en el Bar Berlín, uno de los más conocidos de la Ciudad. Y, como antes de la aparición de este caso, la provincia había logrado llegar a la fase 5 del Aislamiento, transitando la "nueva normalidad", los locales gastronómicos tenían permiso para abrir sus puertas en el horario de 19 a 23. Por eso, la Policía publicó un listado de personas que estuvieron en ese bar, para que se presenten a hacerse el testeo, y frenar la posible propagación del virus. Tuvieron que reconstruir ese listado a partir de la memoria de los clientes, del dueño y sus empleados, entre los que estaba el hijo del transportista.
El dolor de ya no ser
Las redes sociales explotaron con furia contra el camionero y lo responsabilizaron por no haber informado a tiempo de la situación. Pero sobre todo por los contactos sociales que mantuvo ni bien llegó a la provincia con, al menos, 130 personas. De hecho, se señala que también hubo partidos de fútbol entre amigos donde habrían participado familiares del transportista. Se dio una suerte de "linchamiento" virtual contra él y los suyos, y muchos lo responsabilizaron porque ahora todos los catamarqueños deben dejar atrás el "privilegio" de haber llegado a la "fase 5" de la cuarentena -con la posibilidad de practicar una vida casi normal- a la "fase 1", con la dureza de las restricciones más estrictas.
También hay mucho enojo en el Comité Operativo de Emergencia (COE), que coordina todo el trabajo que se hace en Catamarca para combatir al Coronavirus, porque la información que les brindó este primer paciente consideran que fue a cuentagotas, lo que les dificultó armar el rompecabezas de los alcances que había tenido su derrotero social desde que llegó a la provincia. Es más, desde la propia Gobernación conducida por Raúl Jalil, reconocieron que les había mentido o al menos no les había brindado toda la información necesaria. Y están estudiando si le realizan una denuncia judicial.
Fue el propio gobernador el que dio a conocer a la opinión pública a través de Twitter la llegada del primer caso. "Era imposible pensar que Catamarca iba a ser una isla frente a esta enfermedad", sostuvo Jalil en las últimas horas. "No se trata de echarle la culpa a los camioneros o a quien sea. Es una enfermedad nueva y es meritorio haber estado este tiempo sin registrarla", señaló a radio Valle Viejo.
Hoy, el trasportista está internado en el recientemente inaugurado Hospital Monovalente Pulmonar "Carlos Malbrán" de Catamarca. Su estado es bueno. Esa institución sanitaria cuenta con 33 camas en Terapia Intensiva (todas con respirador), ninguna de ellas ocupada por pacientes con COVID 19, además de 34 camas de Terapia Intermedia y 75 para atender "a potenciales casos leves o moderados de Coronavirus", señalaron a MundoNews fuentes del gobierno catamarqueño.
Todos esperan que nada de eso sea necesario. Y que una rápida reacción frente a esta situación que habían logrado evitar por 105 días, con medidas estrictas como las que se narró en una nota de Mundonews, cuando Catamarca y Formosa eran las únicas dos provincias sin casos, puedan frenar un brote de esta enfermedad. Un mal que llegó en camión desde la Gran Urbe y que se llevó por delante la excepcionalidad de este distrito. Esa excepcionalidad que les había regalado una vida casi normal. Un status de "oasis" dentro de la Argentina. Ese oasis que siente el dolor de ya no ser.
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