La ayuda a sus familias de quienes viven en el Exterior de sus países se disparó. En las últimas dos décadas se sextuplicó ese dinero a nivel global. Las naciones más beneficiadas.
Por Tomás Michi
Hay exilios. Y hay necesidades. Hay afectos a distancia. Y formas de acotarla, aunque más no sea con dinero. Hay nostalgias. Y dinero. Las remesas, esa ayuda económica que giran quienes se vieron forzados a ir a probar suerte a un país que no es el suyo y que llega a sus familias en su nación de origen, se han multiplicado en los últimos años. Incluso llegando a ser una variable central en los PBI de los países receptores. Según datos del Banco Mundial, reunidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), sólo en los últimos 20 años, la cantidad de dinero a nivel mundial dentro de este sistema aumentó de 126.000 millones de dólares a 702.000 millones (2000-2020). Todo eso, aun teniendo en cuenta la caída por la pandemia de COVID 19, durante la que se registró un descenso de las remesas del 2,4% en 2020 respecto de 2019. Además, debe tenerse en cuenta que los "flujos no registrados que tienen lugar por cauces formales e informales" no son captados por los números que brindó el Banco Mundial, y, de esta manera, la magnitud real" probablemente "sea superior a las estimaciones disponibles", de acuerdo a la OIM.
En esto, la lógica no falla: los países con mayores ingresos (y receptores de una gran inmigración) son, en su mayoría, desde los que se remiten más remesas para los familiares de los migrantes. Es así que, durante muchos años, Estados Unidos encabezó la lista. Los datos lo constatan: en 2020, tuvo una salida total de 68.000 millones de dólares. Sus inmediatos perseguidores son Emiratos Árabes Unidos, con 43.240 millones de dólares y Arabia Saudí, que fue el país de origen de 34.600 millones. No es casualidad ya que se trata de dos países con mucha riqueza por ser potencias petroleras a nivel global, que han multiplicado sus tasas de migrantes económicos por esas condiciones. Le siguen Suiza (27.000 millones), Alemania (22.000), China (18.000), Rusia (16.800) y Francia (15.000).
En el polo opuesto, se encuentran los países que más dinero reciben ya que son los principales destinatarios de las remesas. En 2020 los dos que más dinero recibieron fueron India y China (vale decir, las dos naciones más habitadas del Mundo, con más de 2.700 millones de habitantes sobre los 8.000 millones globales), cuyas diásporas superaron el envío de uno 83.000 millones de dólares y 59.000 millones, respectivamente. En el tercer puesto está México, que es el primero si se toma en cuenta el territorio latinoamericano, con 42.000 millones de dólares. Le siguen Filipinas (34.900 millones), Egipto (29.600), Pakistán (26.100), Francia (24.500) y Bangladesh (21.750). A ese cuadro global y a la situación particular de México hay que sumar una realidad que alcanza a gran parte de Latinoamérica ya que países como Guatemala, Honduras y Brasil se ubicaron también como grandes receptores de estas divisas que dinamizan las economías de esas naciones.
El país gobernado por Andrés Manuel López Obrador marcó una gran diferencia con el resto. Sólo durante 2022, recibió más de 58.400 millones en remesas y en este 2023 estiman que la cifra será superior. La diferencia con su inmediato perseguidor es alta: Guatemala recibió en el mismo período unos 18.000 millones de dólares. Por su lado, en el caso de Honduras y Brasil, conservan un crecimiento sostenido que ya superó la barrera del 10% en el último año, de acuerdo a la organización privada WorldRemit. En ese sentido, el director para las Américas de WorldRemit, Jorge Godínez Reyes, afirmó en un comunicado que "los flujos de remesas en la región continúan exhibiendo una trayectoria en ascenso con varios países dentro de los diez primeros reportando flujos de remesas récord a pesar del desafiante clima económico y el aumento de la inflación".
Por su parte, en 2022 El Salvador cerró con un total de 7.741,9 millones de dólares, un crecimiento de 3,16 % comparado con 2021, según datos del Banco Central de Reserva de ese país. A su vez, en Honduras la máxima autoridad monetaria contabilizó el año pasado ingresos de divisas por las remesas en 8.683 millones de dólares, lo que significa un incremento del 17,8%. Para el caso de Europa y Estados Unidos, las proyecciones del Banco Mundial indican que en 2023 los países latinoamericanos verían un crecimiento menor en remesas, principalmente debido al aumento en los costos de envío. "Es probable que las remesas tengan un crecimiento más moderado, del 4,7 %, debido a las perspectivas económicas menos favorables en Estados Unidos, Italia y España. El costo de enviar de 200 dólares a la región ascendió, en promedio, al 6 % en el segundo trimestre de 2022, en comparación con el 5,6 % registrado el año anterior", explicó el organismo bancario.
Bajo esa línea, el BM se refirió al fuerte crecimiento que registran esas divisas en Guatemala y México, que se incrementaron en un 15%. El caso de Nicaragua es impactante porque pese a tener una menor cantidad de migrantes alrededor del mundo, la recepción de remesas se vio aumentada en un 45% por los envíos de sus trabajadores en el exterior. Todos estos datos producen que América Latina haya superado en 2022 los 142.000 millones de dólares. Godínez, de WorldRemit, afirmó, entonces, que "las proyecciones indican que América Latina y el Caribe será la región líder en la recepción de remesas en 2023 (...)". Y agregó: "Esta perspectiva positiva significa que las remesas continuarán brindando apoyo financiero para ayudar a las familias a superar los desafíos económicos".
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