Un coleccionista adquirió un paquete de cuatro libros que contenían información clasificada. Lo hizo en un depósito de residuos. Habían sido vendidos por oficiales infieles. Los devolvió.
Por Gabriel Michi
Es una historia de lealtades y deslealtades. Con ribetes insólitos por donde se los mire. Y que afectan la seguridad más extrema dentro un país que hace un culto especialmente duro al secretismo. Un coleccionista, particularmente interesado en la historia militar de China, se acercó hasta una estación de reciclaje y revisando material que iba a terminar siendo destruido entre la basura encontró cuatro libros que contenían información confidencial y sumamente calificada del ámbito castrense del gigante asiático. Los compro por el equivalente a un dólar y, al ver lo trascendental de ese material, se lo entregó a las autoridades. Esos documentos militares confidenciales podrían poner en riesgo al país de haber caído en otras manos. Pero, para alivio de las Fuerzas Armadas chinas, el material fue rescatado por este coleccionistas al que sólo se identificó por su apellido, Zhang.
A partir de este curioso hecho, el Ministerio de Seguridad del Estado del país relató la historia en una publicación en las redes sociales, elogiando al jubilado por llamar a una línea directa para denunciar el incidente. "Señor. Zhang pensó para sí mismo que había 'comprado' los secretos militares del país y los había traído a casa; pero si alguien con motivos ocultos los comprara, ¡las consecuencias serían inimaginables!", señalaba la publicación que fue convertida también en un mecanismo de propaganda para intentar inculcar valores de mayor compromiso con el gobiernos y sus militares por parte de la ciudadanía, utilizando el ejemplo de este hombre.
De hecho esta campaña busca concientizar sobre la importancia de la seguridad nacional mientras crece el enfrentamiento con Estados Unidos va en aumento y ambos países están cada vez más preocupados por el potencia robo de información confidencial y secreta sobre todo en materia militar.
Zhang, un ex empleado de una empresa estatal al que le gusta coleccionar periódicos y revistas militare, le dijo a las autoridades que que encontró dos bolsas de libros nuevos en la estación de reciclaje y pagó 6 yuanes (alrededor de 85 centavos de dólar) por cuatro de ellos. Cuando vio lo delicado de la información que allí aparecía, entregó lo adquirido. Sorprendidos y preocupados, los agentes de seguridad del Estado fueron rápidamente a la estación de reciclaje y pudieron indagar sobre cómo había llegado ese material hasta ese lugar.
De acuerdo a la investigación, dos empleados militares acusados de triturar más de 200 libros se deshicieron de ellos vendiéndolos a un centro de reciclaje como desechos de papel (30 kilogramos) por unos 20 yuanes (2,75 dólares). Después de eso, los agentes confiscaron otros libros en el depósito. Pero temen que pueda haber más material ultra secreto en circulación. Y apelan a la buena voluntad de los ciudadanos para recuperarlo. En un país donde los secretos militares valen oro. Aunque se puedan comprar por apenas 1 dólar.
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