La Selección albiceleste, de la mano de un inigualable Lionel Messi, ganó el Mundial de Qatar derrotando en la Final a Francia. Y, tras 36 años de sequía, el país estalló de alegría. Postales de cómo se vivió el desenlace más infartante y de cómo la pasión "argenta" cruzó fronteras.
Por Gabriel Michi
Fue el festejo más esperado. El más contenido. Y el más sufrido. En la "final de las finales", la más emocionante e infartante en la historia de los Mundiales, la Selección argentina se quedó con la Copa Qatar 2022, después de 36 años de su última conquista en México '86. Y lo hizo de la mano del jugador más grande de los últimos 15 años, el gigante Lionel Messi. Y, con él, todo un equipo que viene deslumbrando hace tiempo y que se ha ganado hasta un nombre especial, "La Scaloneta", en honor a su entrenador Leonel Scaloni, quien debutó dirigiendo a este seleccionado y lo llevó a lo cúspide más alta del fútbol global. Y en Argentina estalló esa alegría contenida. El Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires -emblemático símbolo de festejos (y también protestas)- fue el epicentro de la mayor manifestación popular en la historia del país, con más de 2 millones de personas que cantaron, gritaron y brindaron por esos 26 gladiadores que le regalaron semejante hazaña. Pero la gente no sólo se movilizó al Obelisco porteño. En cada ciudad, en cada parque, en cada calle, en cada casa, los 47 millones de argentinos festejaron a más no poder el triunfo de su equipo sobre el poderoso seleccionado de Francia, quien era -además- el último campeón mundial.
Encima de todo, el partido fue para el infarto. Argentina comenzó ganando 2 a 0 y se mantuvo así hasta faltando 10 minutos para el final, dominando de manera categórica a su rival. Allí llegaría una ráfaga feroz en la que Kylian Mbappe puso la igualdad. Llegó el alargue de 30 minutos en el que la albiceleste se volvió a poner en ventaja con el talento goleador del mejor jugador del Mundo, Lionel Messi. Pero poco después llegaría el empate nuevamente de penal del goleador francés. Y el cotejo terminaría en 3 a 3. Y llegaría la tanda de los penales y la efectividad del 100% de los pateadores argentinos y la atajada del arquero Emiliano "Dibu" Martínez, además del yerro de otro jugador francés, le dieron la Copa más esperada a la Argentina. Y allí explotó la fiesta. En Argentina, en Qatar y en cada rincón del Mundo donde se congregaron ciudadanos de este país (México DF, Nueva York, Miami, Madrid, Ibiza, entre muchos otros lugares). Pero no sólo eso: el fanatismo por el seleccionado albiceleste y en especial por Messi traspasó fronteras porque a los ya habituales festejos en Bangladesh o en la India, se sumaron muchos otros como los de Nápoles (con el recuerdo permanente de Diego Armando Maradona) y los de tantos hinchas del fútbol en el Mundo.
Este tricampeonato (que se suma a las conquistas de Argentina '78 y la ya mencionada de México '86) fue para muchos no sólo un enorme desahogo después de muchas frustraciones en las instancias definitorias (como por ejemplo la Final del Mundial Brasil 2014, donde perdió injustamente frente a Alemania) sino también la frutilla del postre y hasta un acto de justicia para el propio Messi, que tantas alegrías y talento le obsequió a esta nación. Y finalmente llegó. Sufriendo, como es ya un clásico, pero llegó. Y el público argentino mostró una vez más por qué es considerada una de las mejores hinchadas del Mundo, de las más apasionadas y de las más fieles. Y por qué contagian a muchos fanáticos de otros lugares del Planeta.
Vale decir que los 26 jugadores argentinos hicieron historia en un torneo donde había en total 832 deportistas que viajaron a Qatar. De 32 seleccionados nacionales, sólo ellos se quedaron con la Copa. Y lo hicieron ante una potencia europea devolviendo a Sudamérica un lugar de privilegio que no obtenía ninguna de sus Selecciones desde hace dos décadas cuando Brasil se quedó con la disputada en el Mundial de Corea-Japón 2002. Así Argentina queda en el cuarto lugar de los equipos más ganadores, detrás de Brasil (5), Italia (4) y Alemania (4). El ranking lo completan Uruguay (2), Francia (2), Inglaterra (1) y España (1). Es decir que de alrededor de 200 países que hay en el planeta, sólo 8 pudieron salir campeones del Mundo: de los 22 torneos que se disputaron, 12 fueron para naciones europeas y 10 para sudamericanas. Ni América Central, ni América del Norte, ni África, ni Asia, ni Oceanía, tuvieron algún ganador de esos territorios. Además, Argentina fue tres veces subcampeona (en 1930 ante Uruguay, 1990 y 2014 ante Alemania), siendo una se las Selecciones que más finales disputó (6) sólo detrás de la germana (8) y a la par de la brasileña y la italiana.
Ahora por cuatro años el seleccionado argentino será el que detente el título de Campeón Mundial. Y llegó a ese lugar después de muchos ataques y cuestionamientos internos y externos. Sobreponiéndose a ellos con buen fútbol y un sentimiento de equipo y de unidad como grupo, algo que logró Scaloni de la mano del gigante Messi. Pero también con el aporte descollante de Ángel Di María, las manos brillantes del arquero "Dibu" Martínez y el talento fulminante de Julián Álvarez, entre muchos otros. UN EQUIPO, así con mayúsculas, que hizo explotar la argentinidad al palo.
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