El diseñador gráfico argentino Santiago Barros utilizó esas nuevas herramientas tecnológicas para recrear los retratos actuales de bebés robados por la dictadura. Lo hace a partir de fotos de los padres desaparecidos que conservan en el archivo de Abuelas de Plaza de Mayo.
Por Tomás Michi
Desde el fin de la última dictadura militar (e incluso durante su gobierno), las Abuelas de Plaza de Mayo tuvieron (y continúan teniendo) un papel fundamental en la lucha contra la injusticia y en la defensa de la memoria en la búsqueda de la identidad de sus nietos. A lo largo de los años, demostraron su compromiso para poner en valor la importancia de la democracia y son un símbolo de resiliencia. Además, desde principio de los años '80 llevan a cabo un método más que eficaz para dar con los nietos secuestrados por los militares: los análisis de ADN. No obstante, la forma más común de encontrar a un nieto o una nieta es si ellos mismos se acercan y deciden hacerse el estudio cuando dudan de su identidad. Mientras tanto, miles de abuelas y abuelos que desconocen el paradero de sus nietos se desesperan y piden al cielo que algún día toquen la puerta del organismo y de la Comisión Nacional por el Derecho la Identidad (CONADI) para hacerse la prueba de ADN. Afortunadamente, no están solas en la búsqueda.
El diseñador argentino Santiago Barros tuvo una brillante idea: utilizar la Inteligencia Artificial para recrear cómo se verían los nietos de alrededor de 50 personas que nacieron en los centros clandestinos o que fueron secuestradas por la dictadura militar en sus mismos hogares. Su conmovedor proyecto tiene un nombre: @IAbuelas en Instagram. En un lapso de cuatro días la cuenta ya reúne más de 10.700 seguidores, y el número sigue en alza. Pese a que es un retrato creado por una IA, y no un estudio científico, puede ser de gran ayuda para la causa. "La Inteligencia Artificial no puede generar los retratos con parámetros científicos. Esto no es una herramienta de búsqueda de Abuelas, es solo un ejercicio de memoria y de denuncia", dijo Barros en una nota con el diario español EL PAÍS.
Según indicó el diseñador gráfico, el proceso consta de una serie de simples pasos. Utilizando la aplicación Midjourney, hoy una de las IA más eficientes para la creación y combinación de imágenes, genera la imagen a partir de los retratos de los padres, muchas veces apoyándose en el archivo de fotografías de Abuelas, pero también mediante imágenes que envían familias que anhelan encontrar a sus nietos. Así lo describe Barros: "Vuelco las fotografías en la aplicación y pido que las mezclen en una persona de 45 años, un varón y una mujer, e intervengo cuando veo que esas personas tienen un rasgo saliente". Para explicar por qué tomó la decisión de generar retratos de bebés robados por los militares, reflexionó: "Cuando nos referimos a los nietos desaparecidos, quedó esa idea de que son bebés porque se los apropiaron al nacer, pero ahora son personas de mi edad", dijo el hombre de 46 años.
Muchos de los retratos que Barros publica no dan certezas de la edad o el género de las personas representadas, pero es suficiente para empezar a ponerle rostro a esas ideas que tienen familiares sobre cómo podrían lucir hoy en día. Sin embargo, hay otros que tienen más datos y que la información es más precisa, como el caso de Clara Anahí Mariani, que gracias a las imágenes brindadas por sus padres, se puede estimar que el próximo 12 de agosto cumpliría 47 años. Esta mujer fue secuestrada cuando tenía poco más de tres meses y es hija de Diana Teruggi y Daniel Mariani. Nació el 12 de agosto de 1976, y fue la única sobreviviente del ataque en su casa que mató a su madre y a otros cuatro militantes de Montoneros. La fotografía que le tomaron cuando era una bebé es una de las grandes imágenes de esa época oscura.
No obstante, así como lo reconoció Barros, la utilización de estas herramientas pueden ser útiles para la sociedad, pero como expresaron también desde Abuelas, "carece de exactitud en sus resultados". La organización agradeció el "acompañamiento permanente" proveniente de distintos sectores de la sociedad, pero recordaron que "hasta el momento, el único método infalible para vincular a un nieto o nieta con su familia de origen es a través del entrecruzamiento genético en el Banco Nacional de Datos Genéticos". Es por esto que insistieron en que por más que no sean resultados totalmente precisos, "si no te ves parecido a ninguno de esos rostros, de igual modo podrías ser uno de los nietos que estamos buscando".
En simultáneo con la creación de esta cuenta de la red social que hoy le pertenece a Mark Zuckerberg, el pasado viernes trascendió la noticia dela recuperación de la identidad del nieto número 133, gracias a un análisis genético realizado en abril en Buenos Aires. Si bien su identidad no fue revelada por los medios, se supo que es hijo de Cristina Navajas y Julio César Santucho. Ambos militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores - Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). La pareja tenía dos hijos, Camilo (de tres años) y Miguel (de siete meses), cuando el 13 de julio de 1976 Cristina fue secuestrada en el departamento de su cuñada, Manuela Santucho, en el barrio de Villa Crespo. Así fue que el bebé nació en cautiverio y fue entregado a una familia de usurpadores, negando su verdadera identidad durante décadas. Hoy tiene 46 años y acaba de conocer a su familia.
Las Abuelas de Plaza de Mayo, junto a distintas organizaciones o individuos por su cuenta, se encargan vehementemente de mantener vivas frases que ya trascendieron el vocabulario y son parte de la cultura. Frases que la sociedad ha tomado como propias y que chocan con los discursos negacionistas que irrumpieron en los últimos tiempos de aquellos y que no reconocen a los 30.000 desaparecidos por la dictadura militar, ni todas esas atrocidades cometidas, como por ejemplo el robo de bebés. Ese delito que se sigue cometiendo ya que todavía hay 400 nietos secuestrados que no han podido ser hallados y a los que, por lo tanto, no se les pudo aún devolver la identidad. En esa lucha están las Abuelas que ahora cuentan con una nueva herramienta que las puede ayudar en su incesante búsqueda: la Inteligencia Artificial al servicio de la memoria. Otra forma para que esté siempre presente ese imprescindible "Nunca Más".
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