En el Mundo están desapareciendo la mitad de los 7.000 idiomas que hoy existen. Cada 40 días un dialecto muere y, con eso, peligra una cultura. De mantenerse esta tendencia, el 90% de los lenguajes se esfumarán de aquí al 2115. El cambio climático, un factor determinante.
Por Tomás Michi
La diversidad lingüística del Mundo es, quizás, uno de los aspectos culturales más atrapantes a la hora de relacionarse. Entender la etimología, el origen de las palabras y cómo funcionan los procesos de elección suscita un interés que hace más interpelante su investigación. En la actualidad, se conoce que hay alrededor de 7.000 idiomas en el mundo, pero eso no significa que haya una alta cantidad de personas que los hablen: la mitad de ellos, apenas son utilizados por 10.000 personas. Es decir, sólo un 0,1% de la población mundial es la que mantiene en vigencia a la mitad de los dialectos universales. Pese a la amplia pluralidad de lenguajes, hay varios factores que atentan contra su continuidad.
Anualmente, se deja de utilizar una lengua: cada 40 días muere una. Expertos en lingüística apuntan a un principal sospechoso: el cambio climático. Según señalan, a más aumentos de temperatura, más rápido desaparecen pedazos de culturas indígenas de todo el mundo. Es más, consideran que si esta situación se mantiene en el tiempo, alrededor del 90% de todos los idiomas se extinguirán para el año 2115. Además, la mitad de los idiomas vigentes hoy en el planeta dejarán de existir durante este siglo. Un claro ejemplo es el de América Latina y el Caribe, que, de acuerdo a lo que indican los lingüistas, uno de cada 5 pueblos indígenas ya perdió su idioma nativo: en 44 de esos pueblos ahora hablan español y en 55 lo hacen en portugués. Hoy en día, alrededor del 35% de los idiomas del mundo están perdiendo hablantes o están directamente en peligro de extinción.
En ese sentido, según The Lenguaje Conservancy, desde 1950, la cantidad de idiomas únicos que se hablan en todo el mundo disminuyó constantemente. Hoy en día, el 61% de los dialectos universales que se hablaban como primera lengua en 1795 están condenados o extinguidos. Entre los motivos principales también se encuentra la migración humana y la competencia por los recursos naturales, que condujeron a que la cultura y los ecosistemas evolucionen conjuntamente. Es así que un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza sobre la relación entre el cambio climático y la muerte de los idiomas explica que en las regiones donde la diversidad natural prima también lo hace la diversidad lingüística, sobre todo en zonas tropicales. En el otro polo, en áreas desérticas y de tundras heladas, donde el abanico de especies es menor, la diversidad lingüística también lo es.
Factores climáticos como las históricas olas de calor, sequías, inundaciones y subidas del nivel del mar a causa del cambio climático contribuye diariamente a que las personas deban ser expulsadas de sus hogares. En 2021, más de 23,7 millones fueron desplazadas por los extremos fenómenos del clima. Además, cuando los ciclos naturales se ven interrumpidos, la destrucción lingüística se acelera. La mayoría de las lenguas del mundo se presentan en zonas cada vez más inhóspitas para las personas. Un caso llamativo es el de Vanuatu, ubicado en el Pacífico Sur, que concentra 110 lenguas en tan solo 12.189 kilómetros cuadrados. Es uno de los países más amenazados la subida del nivel del mar.
No obstante, el cambio climático no es la única razón de este fenómeno. Los conflictos políticos y culturales aportan a la desaparición de los idiomas, tales como los genocidios, persecuciones políticas y religiosas; también las presiones económicas. Históricamente, las minorías fueron perseguidas, llevando a la extinción de la mitad de todas las lenguas indígenas de Australia, Estados Unidos, Sudáfrica y Argentina. Y para aquellas que siguen vivas, suele haber una falta del apoyo institucional a estas lenguas en la escuela o los medios de comunicación.
Las lenguas indígenas
El desvanecimiento de los dialectos indígenas no tiene sólo que ver con factores políticos y culturales. Muchas comunidades están ubicadas en islas y costas vulnerables a los huracanes y al aumento del nivel del mar. Otras, radican regiones donde los aumentos de temperatura y las fluctuaciones de las precipitaciones pueden amenazar las prácticas agrícolas y pesqueras tradicionales; haciendo del cambio climático el principal responsable. Hay un dato preocupante: en 2021, la mayoría de los desplazamientos internos fueron producto de eventos catastróficos del clima, provocando 23,7 millones de traslados. Asimismo, en los últimos 10 años, Asia y el Pacífico fueron las zonas más afectadas del mundo por las traslaciones, y los países insulares del Pacífico los más perjudicados con relación al tamaño de su población.
Bajo esa línea, la directora de la unidad lingüística Strathy en la Queen's University en Kingston (Ontario, Canadá), Anastasia Riehl, dijo a eldiario.es: "Muchas pequeñas comunidades lingüísticas están en islas y costas vulnerables a los huracanes y a la subida del nivel del mar. Cuando entra en escena el cambio climático, el trastorno para las comunidades es aún mayor". Y concluyó: "Es un efecto multiplicador, el último clavo en el ataúd". Por su lado, el especialista en desarrollo social del Banco Mundial y autor del informe "Latinoamérica Indígena del siglo XXI", señaló que "con las lenguas indígenas desaparecen inevitablemente un conjunto de conocimientos ambientales, tecnológicos, sociales, económicos o culturales que sus hablantes han acumulado y codificado a lo largo de milenios".
A causa de este fenómeno, la ONU lanzó el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, que busca garantizar el derecho de los pueblos indígenas a preservar, revitalizar y promover sus lenguas, e integrar los aspectos de la diversidad lingüística y el multilingüismo en los esfuerzos de desarrollo sostenible. La importancia de las lenguas indígenas no puede pasarse por alto. Al momento que se extingue una de ellas, una ola de destrucción cultural comienza. Pensamientos y tradiciones quedan en el olvido, perdiendo el conocimiento que brindan. Con cada idioma que muere, un trozo de historia y cultura se va con él, para toda la eternidad.
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