Marlene Engelhorn, de 32 años, es heredera de una enorme fortuna y critica el hecho de que el Estado no imponga tasas a los ricos como ella. Por eso decidió dar mucho dinero a ONGs.
Por Gabriel Michi
¿Qué es un noticia? Un hecho disruptivo que viene a romper con el status quo; o, dicho de otra manera, algo novedoso que se diferencia de lo que habitualmente ocurre. Bueno, esta historia puede ser considerada entonces como una gran noticia. Porque lo habitual es que en el mundo de las grandes fortunas sus protagonistas suelen buscar todos los caminos -y atajos- para pagar la menor cantidad de impuestos posibles y se enojan y critican cuando se les imponen tasas que consideran excesivas. En ese ámbito, la "normalidad" suele relacionarse con la ambición -muchas veces desmedida- y una cuota importante de egoísmo y mezquindad. Sin embargo, este caso es bien diferente, por no decir opuesto. Marlene Engelhorn, de 32 años, es una mujer austríaca heredera de una enorme fortuna, que hace mucho tiempo viene denunciando la ausencia de impuestos sobre el patrimonio en su país, incluso cuando eso la favorecería en términos personales. Pero su protesta no se queda sólo en palabras: frente a esa situación que considera enormemente injusta acaba de donar la mayor parte de su dinero (unos 27 millones de dólares), a 77 organizaciones, entre ellas grupos sociales y climáticos, que trabajan en la concientización en distintos temas como también en la búsqueda de una menor desigualdad. "Si la política falla, tenemos que arreglarlo nosotros. La riqueza está desigualmente distribuida en Austria, y el poder también", es el mensaje que, en la página web de esta iniciativa, resume la postura de Engelhorn, una de las herederas del imperio farmacéutico alemán BASF.
La propia Marlene tomó conciencia de semejante panorama cuando heredó decenas de millones sin tener que pagar nada al Estado. A partir de allí, comenzó una comprometida campaña para exigir que haya cambios en ese sentido. Y, mientras tanto, decidió hacer esa mega donación a entidades de bien público. Pero esa entrega no la concretó de manera caprichosa o aleatoria. En enero de 2024 señaló que un panel elegido por un encuestador como representante del pueblo austriaco decidiría cómo distribuir la suma. El reparto de esa donaciones, tras la selección de parte de lo que llamó el 'Consejo Bueno' -que estuvo constituido por 50 ciudadanos, elegidos entre 10.000 empadronados en Austria siguiendo criterios que reflejaran la composición de la población austríaca- se realizó sin ninguna intervención de Engelhorn. Así fue como se llegó a la lista de 77 beneficiarios que se anunció el martes 18 de junio.
Su objetivo es bien distinto a otros millonarios que hacen grandes donaciones como filántropos, porque muchas veces lo que buscan es en realidad gozar de determinados beneficios que reducen impuestos. Todo lo contrario de lo que propugna esta mujer. Engelhorn argumenta que la riqueza en Austria, uno de los países con más renta per cápita de Europa, está distribuida de forma muy desigual, con el 1 % de los más adinerados (unos 40.000 hogares) controlando el 50 % del patrimonio nacional.
"Una gran parte de mi patrimonio heredado, que me elevó a una posición de poder simplemente en virtud de mi nacimiento, contradiciendo todo principio democrático, ha sido ahora redistribuido de acuerdo con los valores democráticos", dijo Engelhorn en un comunicado dando cuenta de los privilegios que tuvo por nacer en "cuna de oro". Se supo que esos 25 millones de euros que entregará Marlene equivalen a la mayor parte de su patrimonio, aunque se desconoce cuál es el monto total de su fortuna.
Para elegir a los destinatarios de la donación, el panel examinó "sobre todo la cuestión de los efectos de nuestra desigual distribución de la riqueza" y los debates sobre "la democracia y la participación en ella, la justicia fiscal y la desigualdad social". Ente las ONGs que recibirán más dinero, dos de las cuatro donaciones efectuadas por más de un millón de euros fueron a parar al Momentum Institute, un grupo de reflexión de izquierda, y a Attac Austria, que se opone a la política económica neoliberal y a los "mercados financieros desregulados" y que hace años viene proponiendo la imposición de la "Tasa Tobin" que propicia un impuesto a las grandes transacciones en las finanzas que sirva para atacar la desigualdad en el Mundo. También recibirán dinero organizaciones como Reporteros sin Fronteras, una ONG de protección a mujeres víctimas de maltrato machista y los bomberos, entre otros. De la entrega quedaron excluidas aquellas instituciones y personas que desarrollen actividades "inconstitucionales, hostiles o inhumanas" o que busquen el beneficio. Se tuvo en cuenta, la seriedad y el prestigio de las organizaciones.
Marlene Engelhorn es descendiente de Friedrich Engelhorn, fundador del gigante químico alemán BASF en 1865. Su abuela Gertraud Engelhorn-Vechiatto se casó con el bisnieto del empresario. Cuando Engelhorn-Vechiatto murió en 2022 dejando un legado para su familia de alrededor de 4.200 millones de euros. Fue así como Marlene heredó una gran fortuna. Esa fortuna a la que hoy ha decidido entregar, en gran parte, a causas que considera justas. Y que la convierten en un ejemplo a tener en cuenta. Y en una noticia en sí misma, porque rompe con la habitualidad de lo que ocurre con los más ricos. Es disrupitva y trasgresora. Con una causa noble y concientizante. En definitiva, por eso es noticia. Una buena noticia.
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