Los deportistas que obtienen preseas en los JJ.00. suelen recibir una retribución económica especial de los gobiernos de sus países. Hay casos en los que son un puñado de billetes aunque hay otros en los que superan los 700.000 mil dólares. En la Argentina, si un atleta consigue una medalla dorada individual le otorgan 60.000 dólares y también hay aportes monetarios a sus preparadores físicos y a equipos. La insólita historia de las indonesias que, además del dinero gubernamental, recibieron departamentos, vacas y hasta café de por vida.
Por Gabriel Michi
Se sabe que el valor de las medallas de los Juegos Olímpicos excede su valor monetario. Es un valor simbólico que se expresa de forma inconmensurable por alcanzar semejante mérito después de años de esfuerzo y sacrificio, contra viento y marea. Un valor, en definitiva, invalorable. Porque obviamente no se puede explicar por los 800 dólares que costaría el material de la medalla dorada (de los 556 gramos que pesa, sólo 6 son de oro y el resto de plata), o los 450 dólares de la plateada (550 gramos de plata pura) o los 8 dólares de las de bronce (450 gramos, 95% cobre y un 5% zinc). Claro que no. Es mucho más que eso. Y, quizás por eso, no sólo los propios deportistas valoran sobremanera cada presea que conquistan (sea en forma individual o colectiva), sino que los ciudadanos de cada país lo viven con la devoción de un logro comunitario. Y, es más, los países que los representan también los suelen premiar con abultadas cifras de dinero, becas o pensiones. Pero quizás lo más llamativo es lo que ocurrió en los actuales Juegos Olímpicos Tokio 2020/21 con la delegación femenina de Bádminton de Indonesia: Apriyani Rahayu y Greysia Polii obtuvieron la medalla dorada frente a la pareja China y, a partir de allí, llovieron las ofrendas oficiales, de empresas y de particulares ante semejante logro en un deporte que es pasión de multitudes en ese país.
Más allá de los 5.000 millones de rupias indonesias (unos 350.000 dólares) que recibirá la pareja de parte del gobierno de Indonesia, es tal el fervor que despertaron las jugadoras de Bádminton que no tardaron en sorprenderse por los obsequios que comenzaron a recibir: desde teléfonos celulares, suscripciones infinitas a revistas de todo tipo, hasta café gratis de por vida por parte de una cafetería. Pero la impronta de agradecimiento fue aún más allá: el jefe de distrito de Konawe, en la isla de Célebes, de donde es originaria Apriyani, le obsequió cinco vacas y hasta un terreno donde poder construir un hogar a la campeona olímpica. Y en ese plano también dejó boquiabierta a la pareja de atletas la iniciativa de una empresa inmobiliaria que les regaló un departamento en la capital Yakarta a cada una de ellas.
Qué pasa en la Argentina
En la Argentina hay algo que no es muy conocido y que ahora MundoNews va a revelar. Más allá de lo importante que significa para los deportista conseguir una medalla olímpica, el Estado (a través del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, ENARD) les otorga un premio monetario muy importante a aquellos que obtienen una presea. En el caso de que el atleta obtenga una medalla dorada (primer puesto) en una disciplina individual (hasta 4 personas, en realidad) se le entrega una remuneración especial de 60.000 dólares. Y a su entrenador la cifra alcanza los 30.000 dólares. Si el "Oro" es en equipo (más de 4 integrantes) el premio colectivo es de 36.000 dólares, a repartir entre los integrantes. En ese caso el entrenador también cosecha 36.000 dólares.
En el caso que la medalla que se obtiene sea la plateada (segundo puesto), el premio individual (hasta 4 personas) es de 35.000 dólares para los deportistas y 17.500 dólares para el entrenador. Y para aquellas disciplinas consideradas grupales (en equipos de más de 4 personas) el dinero que les destina el Estado es de 21.000 dólares para el conjunto y también de 21.000 dólares para el preparador técnico.
Si lo que se obtiene es una medalla de bronce (tercer puesto), el ganador obtiene un reconocimiento de 25.000 dólares para aquellas disciplinas de hasta 4 personas y su entrenador de 12.500 dólares. Si en cambio el bronce lo obtiene un equipo de más de 4 personas el premio a repartir 15.000 dólares, lo mismo que su entrenador que también recibe otros 15.000.
En el caso que la medalla que se obtiene sea la plateada (segundo puesto), el premio individual (hasta 4 personas) es de 35.000 dólares para los deportistas y 17.500 dólares para el entrenador. Y para aquellas disciplinas consideradas grupales (en equipos de más de 4 personas) el dinero que les destina el Estado es de 21.000 dólares para el conjunto y también de 21.000 dólares para el preparador técnico.
Si lo que se obtiene es una medalla de bronce (tercer puesto), el ganador obtiene un reconocimiento de 25.000 dólares para aquellas disciplinas de hasta 4 personas y su entrenador de 12.500 dólares. Si en cambio el bronce lo obtiene un equipo de más de 4 personas el premio a repartir 15.000 dólares, lo mismo que su entrenador que también recibe otros 15.000.
Terminados los Juegos Olímpicos Tokio 2020/21, Argentina obtuvo tres preseas en total: una medalla plateada que conquistó el equipo de Hockey femenino, "Las Leonas", quienes le ganaron a la India para llegar a la final y allí perdieron con sus pares de Países Bajos; una de bronce obtenida por el seleccionado de Rugby Seven, un reducido de "Los Pumas", que venció al Reino Unido en esa disputa; y otra más de bronce obtenida por el seleccionado masculino de Voley, que derrotó al poderosísimo Brasil en la competencia por el tercer puesto. Así, el Estado argentino premiará con 51.000 dólares a los jugadores y jugadoras que trajeron medallas al país (21.000 dólares repartidos entre "Las Leonas", 15.000 para "Los Pumas" y 15.000 más para los muchachos del Voley), además de entregar la misma cifra a los respectivos cuerpos técnicos. En total, unos 102.000 dólares.
Qué pasa en otros países
Más allá de que son las políticas deportivas que cada país desarrolla la clave para después entender los resultados que se pueden llegar a traducir en medallas y que el apoyo a los atletas es una inversión fundamental para toda sociedad (con becas y sistemas de subsidios muy extendidos en todo el Mundo), hay Estados que dan abultados premios a aquellos que obtienen una presea en los Juegos Olímpicos.
El caso más extremo (y el que encabeza el ránking en la materia) es Singapur. Les entrega
738.000 dólares a quien obtenga la medalla dorada, 500.000 a los que conquisten la plateada y 250.000 a los que se queden con la dorada.
En segundo término está Taiwán (cuyos equipos se presentan en Tokio 2020/21 con la leyenda China-Taipei) que otorga 716.000 dólares a quien gane el "Oro" de manera individual. En tercer lugar figura Indonesia con los 350.000 dólares mencionados a lo que se suma una pensión de por vida de 1.400 dólares mensuales.
En el cuarto escalón se ubica Bangladesh que premia con 300.000 dólares a aquellos deportistas que conquisten la medalla dorada. Y quinto está Kazajistán que otorga 250.000 dólares a los que se lleven el Oro, 150.000 al que detenten la medalla plateada y 75.000 a los que se lleven a su casa la de bronce. Es claro que muchos de esos países no tienen mayores chances de quedarse con muchas medallas y que esos abultados señuelos terminan siendo "testimoniales" porque, lamentablemente, no hay muchos deportistas de esas nacionalidades que puedan alcanzarlas.
Esas cifras distan mucho de lo que les pagan las grandes potencias -más acostumbradas a llegar a los podios- a sus medallistas olímpicos. Por ejemplo, Estados Unidos le otorga 37.500 dólares por las preseas doradas, 22.500 por las plateadas y 15.000 por las de bronce.
España, por su parte, le entrega 110.000 dólares a los que obtengan -en deportes individuales- el "Oro", 56.000 dólares para la "Plata" y 35.000 dólares al "Bronce". Para los que compiten en pareja se destinan 88.000 dólares si quedan en primera posición, 43.000 si son segundos y 30.000 si alcanzan el tercer lugar. Si se trata de equipos más numerosos obtienen 58.000 euros si ganan la medalla dorada, 34.000 si se quedan con la plateada y 21.000 si se llevan la de bronce.
El "precio" de las medallas
Si bien, cómo se dijo al principio de esta nota, no se puede dimensionar el verdadero valor de una medalla olímpica -más allá de los 800 dólares que sumarían las doradas, los 450 dólares de las plateadas y los 8 dólares de las de bronce, si se las llevase a fundir- es cierto que en algunas ocasiones distintas preseas fueron vendidas o subastadas. Y en algunos casos alcanzaron precios exorbitantes, no por el material en sí sino por el valor simbólico que esa medalla en particular alcanzaba ya sea por cuáles fueron los Juegos Olímpicos donde se obtuvo, quién fue el deportista que la conquistó o cuál es la historia que encerraba esa presea.
Así, una de las medallas doradas ganadas por el atleta estadounidense Jesse Owens en los JJ.OO. de Berlín de 1936, alcanzó el precio récord de 1,46 millones de dólares en una subasta online en California. Tenía una historia particular: es una de las cuatro que Owens, un atleta de raza negra, ganó en los juegos de 1936, poniendo en ridículo la exhibición de supuesta "superioridad aria" que planeaba Adolf Hitler.
Otro ejemplo fue el de una medalla de plata del primer puesto de los Juegos Olímpicos modernos de Atenas en 1896 —no había medallas doradas todavía— la que se vendió por 180.111 dólares, a través de una subasta en Boston. Por otro lado una medalla dorada obtenida por un miembro sin identificado del equipo de básquetbol de Estados Unidos de 1984 se vendió por 83.188 dólares en otro remate.
Muchas veces los ganadores de esas medallas las venden por atravesar una difícil situación económica en su retiro deportivo. La desesperación los lleva a llegar a esa situación extrema que nunca habrían querido transitar. En otras ocasiones los atletas ponen en subasta sus medallas para destinar la recaudación a fines benéficos.
Los nombres de los medallistas olímpicos no aparecen grabados en las preseas y en algunas ocasiones tampoco figura el deporte. Esas ausencias hacen bajar su valor en el mercado de las subastas. En el caso de las preseas que se entregan en Tokio 2020/21, cada una viene con un estuche de madera y lleva los cinco anillos olímpicos, el nombre oficial de los juegos y a Nike, la diosa griega de la victoria, en ellos, un requisito del Comité Olímpico Internacional (COI).
Esta claro que las medallas tiene un valor invalorable. Que ese valor excede lo material. Y que, en todo caso, sintetiza el reconocimiento a años de esfuerzos y sacrificios. Individuales y colectivos. De personas, equipos y, también, Estados. Las preseas son el máximo sueño. Para sus protagonistas y para sus países. Por eso, quizás, no importa el dinero en cuestión. Sino ese reconocimiento a tanto talento y disciplina que surge de la gente. Ese es el mejor premio.
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