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Marcha atrás con la "nueva normalidad" en varios países

Por el incremento de casos de COVID 19 a raíz de la peligrosa cepa Delta, distintas naciones o ciudades, que habían avanzado con el fin de las restricciones y hasta la eliminación del barbijo, debieron retroceder. Israel, Australia y Reino Unido son sólo algunos ejemplos. En Argentina se limitó el ingreso de personas al país con un cupo diario de 600 viajeros.


Por Gabriel Michi




La alegría duro poco. Fue como un espejismo. En cuestión de días se esfumó. Y es que el Coronavirus no da tregua. Y, cuando alguien decide bajar la guardia, vuelve a atacar con fiereza. Las mutaciones y en particular la irrupción mundial de la cepa Delta (que tuvo sus orígenes en la India), no permite que nadie se relaje. Y eso quedó en evidencia en algunos países que habían decidido empezar algunas de las medidas restrictivas y, ahora, ante un nuevo crecimiento de los contagios de COVID 19, se ven obligados a dar marcha atrás. Pese a que algunos de ellos ya tienen muy avanzado su plan de vacunación. la contagiosidad de esa nueva variante (muy superior a las anteriores) está obligando a retrotraer los sueños de ese camino a la "nueva normalidad" al que muchos se habían abrazado.







iSRAEL


El caso más emblemático es el de Israel. País que se colocó a la vanguardia mundial en materia de vacunas y que en los últimos días dio marcha atrás con el fin del uso de barbijos en espacios cerrado, algo que había anunciado con bombos y barbijos apenas una sema atrás, con imágenes que se viralizaron de un grupo de alumnos festejando con total algarabía la novedad que les daba su maestra sobre que ya no tenían que seguir utilizando las mascarillas en clases. Ahora eso quedó como una postal antigua.


El caso de un niño que, tras regresar de un viaje con su familia, no guardó la cuarentena obligatoria y volvió al aula con sus compañeros, fue clave. En su escuela en la ciudad de Binyamina se contagiaron 44 estudiantes y debieron aislar preventivamente a más de 1.000 personas. Así fue la multiplicación geométrica y todos lo asignan -más allá de la irresponsabilidad ciudadana de esa familia- a la beligerancia y contagiosidad de la cepa Delta de COVID 19, la que más preocupa en toda la Tierra y de la que la propia OMS viene alertando ya que considera que en poco tiempo se convertirá en dominante a escala planetaria, tal como lo informó MundoNews.


En Israel, la reimposición de las mascarillas no alcanza a los menores de 7 años, personas con discapacidad, aquellos que estén solos en el lugar cerrado, los empleados que trabajen en un mismo espacio y quienes realicen una actividad deportiva al aire libre. El país, que tiene vacunada con al menos una dosis al 65% (60% con el esquema completo y 5% parcialmente) de su población, ve con preocupación la aparición de contagios, sobre todo en escuelas de Binyamina y Modiin.





REINO UNIDO


Otro país que tiene muy avanzado el esquema de vacunación y que, sin embargo, aparece acorralado por la cepa Delta es el Reino Unido que está registrando contagios a niveles no visto desde hace meses. Por ejemplo, el 28 de junio llegó a contabilizar 23.000 nuevos casos de COVID 19 en un solo día, algo que no ocurría desde el pasado 30 de enero, cuando salía de la tercera y más peligrosa ola desde el inicio de la Pandemia. El cálculo de las autoridades británicas es que entre el 90 y el 96% de los nuevos caos que se registran tienen que ver con la cepa Delta. Y preocupa aún más porque, teniendo vacunada al menos al 65% de sus habitantes, esta variante aparece con frecuencia aún entre los inoculados.






Pese a ese creciente número de contagios el fin de semana del 26 y 27 de junio hubo multitudinarias marchas en las calles de Londres contra la extensión de las restricciones que aún quedan hasta finales del mes de julio. Muchos de los manifestantes no llevaban barbijos y algunos expresaban incluso su rechazo a las vacunas al grito de "Libertad".






AUSTRALIA


En Oceanía, la cepa Delta también dijo presente. Y, en Australia, las autoridades han tenido que recurrir a la imposición de restricciones, cuando ya pensaban que eso era parte del pasado. De hecho, 18 millones de australianos (el 70% de la población), están sometidos a limitaciones por el crecimiento de los casos de COVID-19. Lo llamativo es que han aparecido brotes en los distintos puntos del país, aún con las distancias gigantescas que los separan. De hecho, tanto en Sídney (al Este), como en Perth (al Oeste), como en Darwin (al Norte), se tuvieron que reimplantar las restricciones. Sídney y Darwin fueron hacia un confinamiento; y Perth y Brisbane (Este) reimpusieron el uso del barbijo obligatorio.


Si bien el nivel de contagios está muy por debajo de los picos de la primera y segunda ola, en marzo y agosto respectivamente, los especialistas alertan de la peligrosidad que tiene este brote donde la cepa Delta aparece al acecho. Y se vuelve aún más riesgoso cuando se analiza el bajo nivel de vacunados que tiene el país: apenas el 5% de los 25 millones de habitantes del país está totalmente inmunizado.


El primer ministro Scott Morrison señaló: "La pandemia todavía está sobre nosotros. Ciertamente entiendo la frustración de la gente ¿Pero cómo deberíamos seguir adelante? ¿Nos rendimos? ¿O seguimos mostrando la misma determinación". Lo hizo al anunciar que todos los trabajadores de geriátricos tendrán que tener al menos una dosis de la vacuna para septiembre para poder trabajar, algo que debería haber ocurrido hace tres meses.


En tanto, en la vecina Nueva Zelanda, decidieron suspender el puente aéreo (o burbuja aérea) que habían establecido con Australia, justamente por la aparición en la región de la variante Delta. Y están considerando que los tapabocas sean obligatorias y el uso de códigos QR para el rastreo de contactos sospechosos de Coronavirus, según anunció la primera ministra Jacinda Ardern.


En Sydey, Australia, reimpusieron la cuarentena, tras un brote de COVID 19 que relacionan con la cepa Delta.

RUSIA


Si bien en toda la Federación Rusa la situación del COVID no es igual, en la región y en la ciudad de Moscú, la más poblada del país más extenso del Mundo, el aceleramiento de los contagios -en especial por la llegada de la cepa Delta- y la falta de voluntad de los ciudadanos en vacunarse despertaron todas las señales de alerta. El 90% de los nuevos casos de Coronavirus está relacionado con la variante originada en la India y las muertes diarias están alcanzando niveles récords: 124 fallecimientos hubo en sólo una jornada en Moscú.


Frente a este grabe cuadro, las autoridades moscovitas habían optado en un principio por intentar seducir a la díscola población a vacunarse. Empezaron con sorteos de 5 vehículos nuevos por semana (en la ciudad) y hasta de un departamento de tres ambientes (en la región), tal como informó MundoNews. Sin embargo, la estrategia no funcionó como esperaban. Entonces decidieron ir por la "coerción": la vacunación obligatoria para determinados sectores y hasta las limitaciones en el uso del transporte público a aquellos que no tengan aplicadas sus dosis. Y también resolvieron que los restaurantes y cafeterías deban exigir a sus clientes el certificado de haber sido vacunados, a través de un sistema de QR validado por las autoridades oficiales. Y, de no ser así, deben llevar al menos un test negativo -de las últimas 72 horas- que demuestre que no son portadores del virus.


En Moscú hay preocupación por el aluvión de la cepa Delta y la falta de voluntad de los ciudadanos por vacunarse.

ARGENTINA


En la Argentina, si bien se han vuelto a flexibilizar los movimientos dentro del país y las actividades económicas, en las últimas horas el Gobierno nacional dispuso restringir aún más las llegadas de personas al país. Por ejemplo, se limitó a 600 el cupo diario de personas que pueden ingresar por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, cuando antes de esta decisión lo hacían alrededor de 2.000. La razón: evitar que la cepa Delta ingrese a la Argentina. Aunque ya se detectaron tres casos de esta variante que llegaron desde el Exterior, se logró detectarlos y aislarlos para frenar su diseminación.






La cepa Delta, con su mayor contagiosidad y peligrosidad, está haciendo barajar y dar de nuevo. Algunos de aquellos que avanzaron en el fin de las restricciones porque habían logrado bajar el índice de incidencia del COVID 19 de manera categórica, hoy ven cómo esa nueva amenaza voltea sus planes aperturistas. Por ello, esa alegría duró tan poco. Fue un espejismo que rápidamente se diluyó. Al menos, por ahora.


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