Se fue Francisco: ¿Y ahora quién podrá defendernos?
- MundoNews
- hace 4 días
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Por Gabriel Michi (*)

Se fue un padre. Desde la concepción religiosa y desde la filiar. Una voz potente contra las injusticias del Mundo. Un referente que desafiaba a los poderosos. Un hombre que trascendió todas las fronteras. Con un mensaje de paz, de solidaridad, de justicia social, de integración, de diálogo. Un faro en medio de tanta oscuridad. El argentino más importante de la Historia que llegó a lo más alto de la Iglesia Católica mundial. Ese que dio cobijo, desde su enorme corazón, a los más vulnerables. A los marginados. A los caídos del sistema. Y que fue un despertar ante tanta indiferencia e intolerancia. Se fue el Papa Francisco. Y todos nos quedamos huérfanos. Pero mucho más los excluidos que se preguntan: "¿y ahora quién podrá defendernos?.
Encima el "Papa de todos" se fue en el peor momento. Cuando más se lo necesitaba. En un escenario donde crece el individualismo y donde en el Mundo afloran voces mesiánicas, antidemocráticas, discriminadoras, excluyentes y con un montón de otras mezquindades a las que Jorge Bergoglio enfrentó con un mensaje claro y contundente, pero siempre abriendo sus brazos par el diálogo. Son esas voces que ahora han conseguido validar sus discursos de odio en gran parte de las sociedad y, lo más preocupante, han llegado a lo más alto del poder. En ese contexto, quienes compartieron los valores humanistas del Papa Francisco (más allá de que se profese o no alguna religión) se sienten desamparados. Nuevamente huérfanos, con antes de la llegada al Vaticano de ese pastor "con olor a oveja" llegado desde el fin del Mundo . Y, frente a eso, frente a la cada vez más extendida hegemonía de ese paradigma de "sálvese quien pueda" y de indiferencia hacia el otro, es que surge la pregunta: "¿Y ahora quién podrá defendernos?"
Si bien esa ausencia va a estar presente en gran parte de la Humanidad que comparte esos valores, sin distinciones de ideologías políticas y/o creencias religiosas, el Mundo entero va a estar mucho más vulnerable sin Francisco ante la retórica avasallante el odio y las divisiones que crece y crece y se impone globalmente. Y que tiene exponentes muy poderosos conduciendo los destinos de naciones, empresas y/o instituciones. Algo que condiciona la vida de todos en el Mundo, porque sus actos tienen consecuencias que hipotecan el presente y el futuro del planeta. Tanto en materia de valores insolidarios -como la indiferencia, exclusión y hasta persecución de los más desfavorecidos- como también en materia medioambiental, poniendo en peligro el futuro de nuestra "Casa Común", como llamaba el Papa a la Tierra. Ni hablar del sentimiento de impunidad que seguramente sentirán los potenciadores de las desigualdades que se nutren de la mayor concentración de riqueza (y, con eso, de poder) en pocas manos, mientras la enorme mayoría se queda afuera. Por eso y por mucho más es que el sentimiento de desamparo inunda las almas de miles de millones en todo el Mundo, católicos y no católicos, creyentes y ateos. Porque se fue Francisco, el "Papa de todos". El "padre de todos". El que con su voz potente intentaba ponerle un freno a las ambiciones desmedidas de los poderosos. Que buscaba que ese paradigma de egoísmo que pretende dominar al Mundo no avance más. Pero hoy, el Papa Francisco ya no está. Y por eso esa pregunta se vuelve tan real como inquietante. "¿Y ahora quién podrá defendernos?"
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