Dos ataques terroristas sacudieron las primeras horas del 2025: en Nueva Orleans, un ex marine, fanático del ISIS, atropelló y mató a 14 personas en medio de los festejos. En tanto, en Las Vegas, otro militar hizo explotar un Tesla frente al Hotel Trump. Investigan vínculos.
Por Gabriel Michi
Los festejos se transformaron en tragedia. Y todos los sueños de que el año que recién se iniciaba fuera lo más promisorio, chocaron de frente contra una violenta realidad. El 2025 se inició de la peor manera en los Estados Unidos: dos ataques terroristas escribieron con sangre esta fecha festiva. El primero ocurrió en Nueva Orleans, cuando el ex marine Shamsud-Din Jabbar (42) embistió con una camioneta rentada a una multitud que celebraba el año nuevo en la tradicional Bourbon Street, luego se bajó del vehículo y comenzó a disparar hasta ser abatido por la Policía. El saldo: 15 muertos y al menos 30 heridos. Horas después, otro militar, Matthew Livelsberger (37), hizo explotar un Tesla rentado frente al l Trump International Hotel de Las Vegas, muriendo el atacante y dejando heridas a 7 personas. Y, a partir de allí, crecieron las sospechas de un posible vínculo entre ambos atentados terroristas, sobre todo por el paso de ambos atacantes por las Fuerzas Armadas estadounidenses. Además de disparar el temor de que haya una oleada de otros episodios similares, en las vísperas de la asunción de Donald Trump a la Presidencia, el próximo 20 de enero,
El primero de los atentados ocurrió apenas tres horas de comenzado el 2025 en el histórico Barrio Francés de Nueva Orleans -ciudad que albergará el Super Bowl de la NFL el mes próximo-, en el Estado de Luisiana cuando Shamsud-Din Jabbar, un veterano del ejército estadounidense que había estado asignado en Afganistán, embistió con una camioneta a la multitud que celebraba el Año Nuevo en las calles. Dentro del vehículo -rentado a través de la aplicación Turo- se encontró una bandera de ISIS, armas y un posible artefacto explosivo. El FBI está buscando posibles cómplices de este hombre que, según su familia, había experimentado una radicalización extrema del Islam.
Horas más tarde, a las 8:50 de la mañana del mismo 1 de enero, un Tesla Cybertruck explotó en la puerta del Trump International Hotel en Las Vegas, lo que llamó la atención doblemente por el hecho de que el presidente electo tiene una cercanía muy grande con el dueño de la empresa de vehículos eléctricos, Elon Musk. Matthew Livelsberger, el conductor del vehículo de Tesla cargado de pirotecnia y garrafas de gas, se inmoló en la explosión y la Policía sospecha que se disparó en la cabeza. El hombre pertenecía a las Fuerzas Especiales estadounidense y estaba en época vacacional en su misión en Alemania. Había alquilado el vehículo en la misma aplicación que el atacante de Nueva Orleans, Turo.
Los investigadores investigan las posibles conexiones entre ambos sucesos teniendo en cuenta que ambos atacantes fueron marines de EE.UU., estuvieron asignados por algún tiempo en Afganistán y utilizaron esa aplicación para rentar los vehículos utilizados en los ataques, más allá de la cercanía temporal de ambos episodios.
En ese sentido, el actual presidente Joe Biden apuntó también a la búsqueda de ese eventual vínculo entre ambos sucesos, y los condenó como "actos despreciable". "Estamos siguiendo la explosión de un (Tesla) Cybertruck frente al Hotel Trump. Las fuerzas de seguridad y la Inteligencia están investigando si existe alguna posible conexión con el ataque de Nueva Orleans" , indicó Biden antes de concluir: "El FBI también me informó que, pocas horas antes del ataque, publicó videos en las redes sociales indicando que se inspira en ISIS y expresando el deseo de matar", dijo Biden sobre el sospechoso de Nueva Orleans.
Por su parte, el presidente electo Donald Trump calificó el jueves a Estados Unidos como un “desastre” y un “hazmerreír” mundial tras los dos ataques. En una encendida publicación en las redes sociales, Trump criticó al liderazgo “débil” del país por no proteger a los estadounidenses de la “escoria violenta”, apenas horas después de que las autoridades revelaran que estaban investigando los dos incidentes del día de Año Nuevo como relacionados con el terrorismo.
Perfiles de los atacantes
Shamsud-Din Jabbar, el atacante de Nueva Orleans, había dejado atrás su paso por las Fuerzas Armadas de EE.UU. adonde permaneció durante 10 años. Estuvo en el Ejército regular desde marzo de 2007 hasta enero de 2015 y luego en la reserva del Ejército desde enero de 2015 hasta julio de 2020. Fue enviado a Afganistán desde febrero de 2009 hasta enero de 2010 y tenía el rango de sargento mayor al final del servicio. Según los registros públicos, estuvo vinculado al negocio de los bienes raíces en Houston. Nació y se crió en Beaumont, una ciudad a una 130 km al Este de Houston (Texas).
También había intentado alistarse en la Marina, pero fue dado de baja del programa antes de empezar los entrenamientos. Din Jabbar estuvo casado dos veces, dos matrimonios que acabaron en divorcio, y tenía dos hijos a los que no pagaba la manutención. Tenía antecedentes por delitos menores, como hurto y conducir con un permiso no válido. Ahora vivía en un parque de casas rodantes abandonado donde tenía ovejas y cabras en el patio, a pocas cuadras de la mezquita de Houston. Al momento del ataque tenía una bandera de ISIS atada a la camioneta Ford F-150 Lightning EV alquilada "que usó para llevar a cabo un acto de terrorismo premeditado el día de Año Nuevo", según las autoridades. Tenía grabados varios videos con mensajes amenazantes y con una posición radicalizada del Islam.
Por su parte, Matthew Livelsberger, el atacante del Tesla, era oriundo de Colorado Springs que pertenecía a las Fuerzas Especiales de EE.UU, supervisando las operaciones y el mantenimiento de los drones. Ahora estaba destinado en el Campamento Panzer Kaserne, al suroeste de Stuttgart, Alemania, como gerente de sistemas remotos y autónomos para el Ejército. En ese puesto, Livelsberger era responsable de las “operaciones, mantenimiento e integración” de drones en el Ejército.
Según la policía, el conductor detonó desde el interior del automóvil una combinación de fuegos artificiales, tanques de gasolina y combustible que estaban en la parte trasera del vehículo. El vehículo iba cargado de cilindros de gas y de combustible para acampar, y morteros de pirotecnia de alto calibre, según informó la Policía de Las Vegas.
Comments