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¿Un poco de paz para Medio Oriente o un nuevo espejismo?

Israel y el Hezbollah llegaron a un acuerdo de alto el fuego por 60 días en el Líbano. Lo avalan Biden y Trump. Buscan algo similar con Hamás en la Franja de Gaza. Las dudas.


Por Gabriel Michi



Meses de muertes y destrucción. Dolor por doquier. Y escenarios desoladores. Después de 14 meses de permanente fuego cruzado, una pequeña luz de esperanza asoma en Medio Oriente. Un alto el fuego por 60 días entre Israel y el grupo armado Hezbollah en el Líbano despierta la ilusión de que por fin haya un poco de paz en esa región. Y hasta generó expectativas de que algo similar pueda ocurrir en la Franja de Gaza con Hamás. El acuerdo entre Israel y Hezbollah (grupo respaldado por Irán) se pudo concretar con la mediación de los Estados Unidos y Francia. Es más, en el caso estadounidense cuenta con el visto bueno del actual presidente Joe Biden y de Donald Trump (quien asumirá el próximo 10 de enero de 2025).


En el mantenimiento de este acuerdo -aprobado por 10 a 1 por el gabinete de Israel, con el rechazo de los ultraortodoxos- resultará clave el rol del Ejército del Líbano, que ocupará el sur de ese país, desde el río Litani hasta la frontera, en lugar de los milicianos del Hezbollah (que desde allí solían lanzar sus cohetes contra el norte israelí). También se garantizará la destrucción de los arsenales del grupo pro-iraní (que deberá desplazarse al norte), mientras se configura la retirada gradual de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Desde el inicio de esta escalada hace 14 meses (tras el ataque de Hamás sobre Israel, el 7 de octubre de 2023), murieron 3.800 libaneses y 130 israelíes por los enfrentamientos y bombardeos cruzados. Y que llevó a un desplazamiento de más de 1,2 millones de personas del lado del Líbano y 50.000 del lado de Israel.


La región donde ahora se desplegará el Ejército del Líbano muestra los restos de la destrucción y muerte ya que fue intensamente bombardeada por las FDI, con ciudades y pueblos con vastas superficies reducidas a escombros, algo que se repite en las afueras de la capital, Beirut, en cuya periferia sur se ubicaban los principales bastiones del grupo armado. Las pérdidas para el Líbano superarían los 6.800 millones de dólares.


La "tregua" comenzó a regir desde las 0 (cero) horas del miércoles 27 de noviembre y se extenderá durante dos meses y será supervisada por EE.UU., Francia y la ONU, además de la presencia mencionada del Ejército del Líbano. Pero hay muchas advertencias de que el acuerdo pende de un hilo y que podría venirse abajo ante cualquier hostilidad que pueda surgir. Es decir, es un alto al fuego que puede convertirse en un simple espejismo y que en cualquier momento se puede evaporar.


Tras el anuncio del acuerdo en el Líbano, muchos ciudadanos salieron en sus coches ondeando banderas nacionales y haciendo sonar sus bocinas. Mientras, a miles de kilómetros de distancia el presidente estadounidense Joe Biden señalaba: "Esto tiene como objetivo un cese permanente de las hostilidades. Lo que queda de Hezbollah y otras organizaciones terroristas no podrán volver a amenazar la seguridad de Israel". Y allí hay un punto central: durante estos meses las FDI lograron asestar una serie de golpes letales contra ese grupo terrorista, matando a gran parte de sus líderes y altos mandos, además de destruir sus arsenales y jaquear sus recursos económicos.


Poco a poco se esperaba que los habitantes del sur del Líbano comenzarán a regresar a sus hogares, aunque hay que ver con qué se encuentran. Es más, quizás muchos de ellos sólo vean sus casas reducidas a escombros. Mientras las tropas israelíes deben abandonar los 6 kilómetros en los que avanzaron sobre el Líbano en una serie de incursiones terrestres lanzadas en septiembre pasado. Sin embargo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenaron las FDI que todavía no permitan la entrada de la población a la zona de las aldeas adyacentes a la frontera con el sur del Líbano, como parte de la primera etapa de implementación del marco del alto el fuego. "Las FDI han arrestado a cuatro militantes de Hezbollah, incluido un comandante local, que ingresaron al área prohibida, y continuarán tomando medidas enérgicas contra cualquier violación", dijeron desde las autoridades de ese país. Es más, Israel afirmó haber identificado a miembros de ese grupo que regresaban a zonas cercanas a la frontera y que había abierto fuego para impedirlo. Aunque aclararon que "no había señales inmediatas de que el incidente pudiera socavar el alto el fuego".


Mientras, se espera un camino similar en la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, tras 14 meses de agudización del conflicto desde el 7 de octubre de 2023 cuando ese grupo atacó brutalmente territorio israelí matando a 1.200 personas y secuestrando a 250 (de las cuales aún 101 permanecen como rehenes) y el país gobernado por Netanyahu respondió con fiereza causando más de 44.000 asesinados del lado palestino y una destrucción sin igual, además de una crisis humanitaria sin precedentes. El presidente de los EE.UU., Joe Biden, sostuvo que se viene trabajando en un alto al fuego también en ese conflicto.


Sami Abu Zuhri, funcionario de Hamas, dijo que el grupo "aprecia" el derecho del Líbano a alcanzar un acuerdo que proteja a su pueblo y espera algo similar también en su conflicto. Y, en ese mismo sentido se expresó el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, que señaló que su país iniciará su renovado impulso para un alto el fuego en Gaza el miércoles. Egipto y Qatar, que junto con Estados Unidos han intentado sin éxito ese objetivo, recibieron con satisfacción la tregua en Líbano.


Pero quizás lo que todos esperaban era saber cuál iba a ser la reacción de Irán (que apoya a Hezbollah y a los rebeldes hutíes de Yemen) y su respuesta fue también satisfactoria. Sin embargo, vale aclarar que tanto Israel como Hezbollah sostuvieron que podrían responder en caso de una agresión de la otra parte porque se mantiene el derecho a defenderse. Lo que pone en duda cuán estable es el acuerdo. Y despierta un intrigante interrogante: ¿traerá la paz a Medio Oriente o será apenas un nuevo espejismo?. El tiempo dirá.






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